miércoles, 21 de mayo de 2025

¿La maldición de María Antonieta de Austria?

 ¿Es cierto que esta María Antonieta fue guillotinada injustamente? Es importante dilucidarlo porque, si lo fue, los seguidores del jacobinismo y sus aliados de cuando la mataron no podrán tener muy buen éxito, ya que cargarán con el peso de ese crimen irredento. Ocurre parecido con cada atrocidad maligna de los hombres, por lo que dedicarle demasiada atención a ésta no serviría bien. En esa época, gran parte del pueblo francés estaba pasando hambre, además de por el robo propio del feudalismo, por el apoyo francés a la guerra de independencia estadounidense, mientras que al menos una parte de la corte real se daba a un deleite extremo, pero también hubo prejuicios castos, por los cuales el jacobinismo le reprochó a esta mujer un libertinaje sexual que quizás, o no tuvo, o no tuvo tanto como se le supuso, o no era tan reprobable como se pensó. Esto ocurrió poco después del auge del estilo rococó, que insufló el deseo sexual de la clase alta. Hasta se la acusó de incestuosa. Hubo un dibujo en que se la retrató copulando con una amante y con su hijo, publicado en La filosofía en el tocador y reproducido en Carne y piedra, de Richard Sennett, pero algunas revisiones niegan que esto y otras acusaciones contra ella fueran ciertas, como que dijo que el pueblo hambriento debía comer pasteles si no tenía panes, o mismo otra relación sexual por fuera de su matrimonio. Ver su biografía en Wikipedia y la película Marie Antoinette, de Sofia Coppola.

 El jacobinismo fue un tipo radical de democracia cristiana, sus reuniones centrales se hicieron en un convento de frailes dominicos, e inspiró a las segunda y tercera repúblicas francesas, aparte de participar en la primera, pero su lucha no superó muy bien al sistema feudal, sino que lo reemplazó con el salariazgo en curso, y arrastra las falencias del credo católico, que las hay en todas las concepciones integrales pero deben repararse. Se le echó mucho la culpa de las desgracias de la época a la monarquía, pero gran parte del pueblo la apoyó, como después fue con el sistema liberal, que todavía rige en este país con sufragio universal.

 A su muerte se la enmarca dentro del llamado "terror" de la revolución francesa, que habría sido antecedido y seguido de épocas no terroríficas, pero eso no es del todo cierto, porque antes y después suyo también hubo tembladeras, que son lo propio del terror, es decir que, por fuera de esta "época del terror", el terror existió, de manera difusa en los tiempos menos bélicos, pero mucho más prolongada. Esto no justifica del todo al terror revolucionario, pero sí señala que las críticas en su contra no son del todo honestas, porque no admiten bien el terrorismo de los períodos más conservadores.

 El terrorismo, como temblor, es más amplio que el causado por las amenazas de guerra, ya que hay otros motivos para temblar, como el miedo a enfermarse por gérmenes, o el de ir preso por delitos menores, en el que subyace la amenaza militar de grado mediano, el de la policía en vez que el ejército. Entonces, el terror adjudicado a la revolución francesa fue uno particular, no el terror con mayúsculas, como se lo describió, sino uno muy grande para sus víctimas. La palabra "terrorismo" es como decir "temblorismo", que suena mal. Su núcleo semántico es el del temblar.