Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

De la praxis

La praxis en realidad es la práctica. Los marxistas a veces pensaron que la praxis es la acción reflexionada, para diferenciarla de las acciones que no son reflexionadas, pero las prácticas siempre son reflexionadas. Los griegos antiguos definieron a la práctica como las acciones de los negocios, las ocupaciones, la política, la guerra y demás, para diferenciarla de las acciones biológicas, como son la nutrición, el crecimiento y la respiración. Lo que tienen de específico las prácticas es que son acciones reflexionadas y voluntarias: la gente, para ejecutarlas, las piensa primero, y luego las ejecuta a voluntad. Además, la práctica es intencional: de allí que el carácter de la intención con que se ejecuta la práctica sea importante.

A lo que los marxistas designaron con el nombre de praxis en realidad es a las prácticas buenas, diferentes de la mala praxis, que también requiere reflexión y voluntad, e intención, pero en la cual su implementación es hecha de mala manera. Las prácticas buenas, además, requieren de consenso y de que su reflexión y ejecución sean conjuntas, o sea, hechas por el conjunto de los humanos involucrados en las circunstancias en que la práctica se inserte, pero además tienen que considerar bien al resto de su entorno y corregirse según las consecuencias que detecten luego de haberla realizado.

Y a esto lo digo sin ser marxista, para no personalizar, pero sí comunista y materialista histórico, o sea, seguidor del planteo de Marx en lo que lo merece, pero críticamente y abierto a aceptar mis errores derivados de eso al entenderlos.