Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 22 de agosto de 2018

Distopía, corrupción y capitalismo financiero

Si bien los discursos distópicos adquirieron prevalencia después de la segunda guerra mundial y si bien la corrupción es ínsita a la historia humana, a partir de la financiarización del capital, iniciada tras la crisis del petróleo de 1973 y caracterizada por el auge bursátil, la especulación cambiaria y la de las deudas estatales, el imaginario pesimista cobró gran acogida internacional, a la par que el humor negro y la animosidad agresiva, igual que el escapismo mitológico. El liberalismo, aún en su etapa floreciente, eclosionada en los dos siglos entre la revolución industrial y la edad de oro del capitalismo de la segunda posguerra, siempre tuvo momentos críticos y una maldad esencial, pero hasta el período bienestarista mantuvo esperanzas que fueron aceptadas con entusiasmo por amplios sectores sociales, lo que entró en crisis desde el predominio financiero, atenazado luego del thatcherismo por el Consenso de Washington, crisis dada por el abandono de la economía laboral que supusiera la preferencia por los mercados más abstractos y más aún desde los escándalos de corrupción de las evasiones fiscales asociadas a la fuga de capitales, los rescates bancarios y las coimas de la obra pública. Estas cuestiones son el colmo de la falsedad capitalista y quizás sean el prolegómeno del final de este sistema social, pero, en tanto que son la cima de una acumulación de infamias, la transformación que le suceda persistirá con males importantes a los que la humanidad no podrá resolver bien hasta tanto los asuma.