Habida cuenta de la cantidad de gente que se lesionó en accidentes ciclísticos, la revolución en bicicleta falla al lastimar a sus miembros. El ciclismo es lesivo desde la fabricación, ya que es explotadora, desde la metalurgia, que incluye a la toma de los minerales, su traslado, fundición y moldeo, para su posterior retransformación en piezas, luego relaboradas, ensambladas, retransportadas y vendidas, todo lo cual explotó tanto a los seres inertes como a los vivos, a los trabajadores en particular, pero no sólo a ellos. Como tarea social, el ciclismo envuelve muchas actividades dañinas para la naturaleza, muchas veces para seres vivos que no son humanos, como lo son los peces en cuyos hábitats fueron a parar los desperdicios ciclísticos, las bicicletas estropeadas, con grasa y aceite sucios, que poluyeron a los ríos urbanos junto con los demás residuos industriales burgueses. A las actividades humanas se las debe evaluar con el criterio de su incidencia en la naturaleza.
Un derivado complejo del ciclismo es el motociclismo, el ciclismo de motor a combustión, que tiene muchísimos más muertos y lesionados que el ciclismo, así como más daño productivo en general.