Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 10 de agosto de 2018

El proyecto civilizatorio del internacionalismo maoísta es sobreproductivo

La Organización de la Cooperación de Shanghái y el ALBA TCP si bien superan al liberalismo en que son favorables al socialismo científico no adoptaron al paradigma ecologista, que es decreciente en términos de la producción medida en capitales porque la sanidad ambiental precisa que ésta sea reducida lo mejor posible. Tiene un orden gobernante en el que prevalece el sistema de partido comunista único y detentador, por medio del mando estatal, de los mayores medios productivos, con un segundo lugar para el capital privado. Es un capitalismo de prioridad estatal, en vez que privada, como lo es el liberal, al que le falta contener bien al disenso dentro del gobierno. En ambos sistemas los miembros de los partidos políticos principales suelen ser gobernantes a la vez que grandes empresarios, siendo que la acumulación comunista se titulariza en el estado, en poder del partido gobernante, en tanto que a la capitalista se la titula más en personas jurídicas privadas que en entidades públicas. En términos de producto bruto entre bloques, el liberal debe seguir siendo mayor que el comunista, aunque no debe serlo tanto si se cuenta a la India dentro de él. El bloque socialista, que contiene a India, a China y a sus seguidores, como lo son Cuba y Corea del Norte, o mismo Vietnam y Venezuela, o Bolivia y Nicaragua, países muy recusables en términos políticos, no es tanto menor que el liberal, que contiene a Estados Unidos, Europa, la mayor parte de América Latina y de África, Canadá, los países árabes y los de Asia del Este y Oceanía, así como a Japón y a la Rusia asiática. Estos otros también son muy recusables, por lo que hace falta una evolución del conjunto, con distintas transformaciones para cada cual. Habría que aclarar que el estatismo y el socialismo son cosas distintas, ya que en el último la propiedad de los medios productivos es de los trabajadores, en tanto que en el primero lo es del gobierno de estado nacional. El cooperativismo es lo que más se acerca a este sistema, así como la autogestión laboral, que algo la hay en el empresariado pobre.

El socialismo, además de ecologista, debe llegar a ser autogestivo, de lo que el gobernante dista mucho, pero eso no es exclusiva culpa suya, porque la autogestión necesita del pacifismo internacional, ya que la guerra requiere la hipersofisticación productiva de la industria de armamentos, lo que obstaculiza el ordenamiento social y bien consensuado de la producción, así como le hace falta la colaboración entre los pueblos, cuestión que precisa de la fraternidad genérica, para lo cual los miembros de la especie deben entender bien que tienen la misma proveniencia natural, a lo que no pueden hacer si mistifican su origen.


Fuente

Carlos Akira de la Puente Abreu, “Neorrealismo político versus multilateralismo democrático: las organizaciones alternativas ALBA TCP y la Organización de Cooperación de Shangáiˮ, en Políticas y líneas de acción, Colección Sur-Sur, CLACSO, junio de 2015.