Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 25 de mayo de 2023

Sobre la inflación del precio del bien en venta

 A algunos bienes se les pone precio cuando se los ofrece para venta, se les aprecia en moneda numerada. Cuanto más se los aprecia, son más caros y menos comprables. Entonces son apreciados de sobra, y los pueden comprar quienes ganan tanto como para que les alcance la plata, de acuerdo a la remuneración recibida por cada quien en un mercado internacional no del todo transitable para los bienes, por las restricciones a la exportación, la incapacidad para moverlos y varios otros factores, y trasladarlos cuesta trabajo. En el pago se juega el aprecio social, de acuerdo a la venta individual en moneda, salvo en la lismosna, en que se traspasa plata sin vender ni pagar, a no ser como pacificación y entrega gratuita de un bien, como en algunos subsidios. El precio es internacional, por lo que depende del aprecio al trabajo de cada vendedor, el cual es mediado por la ley y por el parecer, por lo que el credo y la ideología le influyen. La masa monetaria de los países se corresponde con su producto de forma algo inexacta, siendo definida su importancia de acuerdo al cambio monetario internacional, liderado por el dólar, una moneda cristiana, pero también por cómo se estima a la producción de los países, en lo que los oligopolios cuentan con ventaja por su posición dominante en la formación del precio. Al ponerse un bien en venta, se lo ofrece por plata, se propone darlo a cambio de dinero, y al vendérselo, al bien, se lo da remunerado. Puede que la raíz "ven", de "venta", derive de "bien". La dada en el DECEL es hipotética, y "precio" es un término muy distinto al sánscrito "vasnám", pero, si "ven", como "bien", fuera el núcleo de "vender", habría una venta previa a la remunerada, a partir de la cual la palabra operaría sin remitir a la moneda. En todo caso la cuestión es cómo se dan los bienes, que depende de su trabajo previo y de la razón humana, y luego qué se hace con ellos y con sus restos. Al aumentarse el precio de un bien puede que se lo estime más que antes o que se desprecie a la moneda en que se lo intercambia, o una combinación de ambas, por lo que el aprecio a la moneda importa, el cual es condicionado por algunos factores, como su correlación con el producto que no es moneda u equivalente impreso del país, pero también por la admiración nacional y de superpotencias, en la que influyen cuestiones subjetivas y de afinidad política, que inciden más cuando se trata de los actores principales del mercado cambiario, en que se cotizan las monedas entre sí.

 Antes de la acuñación de moneda, el intercambio de bienes se hizo sin ella, tal vez mediado, a veces, por piedras preciosas, como la sal y otras más caras, así como por pepitas de metal y sus relaboraciones anteriores a la acuñación.

 La idea del DECEL de que "vender" significa "dar a vender" no concluye bien, porque redunda y no da buena cuenta del sujeto del término, pero ayuda a buscarle el sentido. Aclara bien la parte de "der", pero no la de "ven", que tampoco se dilucida en el diccionario de Segura Munguía. Lo más lógico es que se refiera a los bienes, porque es lo que se da en las ventas, pero falta confirmarlo.