La verdad es contraria a la retórica. Muchas veces las discusiones históricas se traban por causa de la retórica, ya que quienes defienden posturas falsas apelan a argumentos excusatorios para trabarlas, porque así mantienen su dominio. Es necesario que se aprenda a reconocer a la retórica para denunciarla, ya que hasta tanto retardará la solución de los problemas históricos con necedades, e impedirá reconocer ciertas cuestiones que deben ser reconocidas, como las voces de los reprimidos.
Un blog total, cósmico, terráqueo, naturista, humanista, comunista, demócrata, feminista y libertario. Tiene errores, así que critíquenlo bien.
sábado, 9 de agosto de 2014
Crítica a la retórica
La retórica es un proceder para las discusiones que viene de los sofistas de la antigua Grecia. Los sofistas fueron maestros privados que les enseñaron, a los hijos de los griegos dominadores, a hablar en el ágora, la asamblea de los ciudadanos griegos, que gobernó sobre las mujeres y los esclavos y sirvientes de ese entonces. También sobre los restantes seres a los que los griegos dominaron. La retórica es el “arte de la persuación”, un arte en que el retórico primero define qué objetivos pretende lograr con el discurso y luego arma un argumento para convencer a los disertantes de que hay que hacer lo que a él le conviene para lograr ese objetivo, es decir, que la retórica es tramposa, y es la razón de ser del discurso capitalista, aunque a veces los socialistas, incluso los anarquistas, también la usaron.
La verdad es contraria a la retórica. Muchas veces las discusiones históricas se traban por causa de la retórica, ya que quienes defienden posturas falsas apelan a argumentos excusatorios para trabarlas, porque así mantienen su dominio. Es necesario que se aprenda a reconocer a la retórica para denunciarla, ya que hasta tanto retardará la solución de los problemas históricos con necedades, e impedirá reconocer ciertas cuestiones que deben ser reconocidas, como las voces de los reprimidos.
La verdad es contraria a la retórica. Muchas veces las discusiones históricas se traban por causa de la retórica, ya que quienes defienden posturas falsas apelan a argumentos excusatorios para trabarlas, porque así mantienen su dominio. Es necesario que se aprenda a reconocer a la retórica para denunciarla, ya que hasta tanto retardará la solución de los problemas históricos con necedades, e impedirá reconocer ciertas cuestiones que deben ser reconocidas, como las voces de los reprimidos.