Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 24 de agosto de 2014

Para sacarse el zumbido de los oídos

Lo siguiente debe ser confirmado por los otorrinolaringólogos.

Cuando por ruidos fuertes y grandes emociones se produce un zumbido permanente en la escucha es porque aquellos contracturan a los oídos internos, que pierden su forma natural, y por eso zumban. Lo mismo les pasa a quienes reciben un disparo fuerte de ondas ultrasónicas, las de las armas llamadas LRAD. Para descontracturarlos hay que abrir grande la boca, recubrir los dientes con los labios y permanecer así, sin moverse, un rato largo. Entonces se oye un “tracateo”, que es el ruido que hace el oído al descontracturarse. Luego se puede dejar de cubrir los dientes con los labios y mover un poco la mandíbula, despacio y suave, para continuar la descontracturación -en particular entre el paladar y los oídos-. Esto debe hacerse cuando se pueda, pero es mejor en la cama y en silencio, y relaja el zumbido, o lo termina, con el tiempo, meses o años. También hay que protegerse los oídos con auriculares o tapones cuando se expone a ruidos fuertes.

Para resolver del todo al problema se debe terminar la explotación capitalista, que es la que causa a los ruidos fuertes y al nerviosismo, ya que el capital construye máquinas muy ruidosas y obliga a usarlas mucho, y presiona a la gente, y la reprime con armas de ultrasonido. Pero hay que tener en cuenta que el socialismo desarrollista también causa a esa explotación. Lo mismo vale para la cultura rockera de música eléctrica, que es parte de la explotación.

Por eso los otorrinolaringólogos, y los demás médicos que no lo hacen, para los casos de las otras ramas, deben meterse en política, ya que es preciso lograr una forma de vida que no cause a estos males. Cuando los médicos no llaman a transformar el modo de vida para eso, cometen una falta, ya que así persiste la explotación, que luego ocasiona las dolencias. Para el caso de los acúfenos, que es el nombre formal de los zumbidos, al no criticar el alto nivel de decibeles que hay en las ciudades, porque no sobrepasa el máximo tolerable según las mediciones, le causan lesiones a quienes estuvimos expuestos al ruido del tránsito por más tiempo del que se estudió cuando se estableció el máximo tolerable, y tampoco tienen en cuenta que un nivel de decibeles menor al máximo tolerable nos aumenta la intensidad del acúfeno a quienes ya estamos lesionados.