Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 26 de diciembre de 2015

De la idolatría a Perón, con una reflexión posterior

Lo mismo que Juan Manuel de Rosas y Eva Duarte, Perón es poco criticado por los peronistas. Seguro que hay muchos peronistas que lo critican, y para quienes decir esto sea injusto, pero tengo que decirlo, porque criticarlos puede no tener nada de malo y hasta es bueno aún, ya que sólo mediante la crítica, que es el análisis de sus vidas, se los puede reconocer. Si no se admite que Rosas fue un estanciero no le pueden reconocer la pena por haber estado relacionado con sus congéneres según ese rol social. Otro fue el de presidente. Pero además, al omitir discutir el latifundismo, se demora la socialización de la tierra, lo que contraría incluso a los terratenientes de hoy, sean capitalistas o no. Y a esto no lo digo en su defensa, sino para que se los comprenda, ya que no veo otro modo de guiar la práctica política que no se base en la comprensión y la admisión de la realidad.

Lo mismo vale para Eva Duarte: criticarla no es para agredirla, sino para que se la reconozca, y así se la juzgue bien. Es preciso criticarlos para no hacerles un personalismo, que es una idolatría, lo que tiene fanatismo, lo que vale igual para Lenin o quien fuere.

Pasa así también con el hecho de que los tres hayan sido presidenciales, ya que ese rol político los superpuso por encima de casi todos sus contemporáneos. Desde un punto de vista igualitarista, eso tiene que ser reconocido también, como debe serlo la manera en que ellos vivieron su separación respecto del común de la gente, por haber sido dirigentes, con sus buenos y sus malos aspectos.