Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 28 de diciembre de 2015

Fuego, fe y finanzas

La fe es asociada a la pureza y a la refinación porque viene del vocablo griego “phao”, que quiere decir “fuego”. Por eso esas alusiones que la ligan a lo inmaterial, a lo fantasioso, a las imágenes intocables. En el trabajo sobre la materia, el fuego representó la cúspide de una elaboración, que pasó por la búsqueda de madera y por su incineración, que proveyó de luz y de calor, aparte de permitir a la gente mantener alejados a los animales que querían comérselos por las noches.

De manera análoga, las finanzas son el aspecto más refinado de la economía, alto en el orden social, y basado en valores puros, abstractos. Que sea más refinado no quiere decir que sea bueno, nada más quiere decir que la sociedad se ordenó para trabajarlo con más dedicación, en un orden injusto. Por eso es que el mundo de las finanzas es el más fino, junto al del alto clero, porque tiene más trabajo forzoso incorporado, como esos edificios grandes, prolijos y relucientes. Los valores abstractos también son concretos, pero de una concretud diferente de la del valor de uso y de las cosas a las que representan. Al igual que las ideas, son la concreción de una abstracción, que transforma su materialidad sin dejar de ser material su producto final: se expresa en billetes, bonos, letras de cambio, saldos informáticos, etc., así como las ideas son imágenes mentales hechas de fantasía.