Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 27 de diciembre de 2015

¿Hay una verdad?

Discernida la verdad de la creencia, en tanto que la verdad es una idea cierta de la cosa a la que se refiere y la creencia es una idea que es incierta porque no fue probada lo suficiente, hay que admitir que históricamente, en el pensar humano, las ideas se dan de manera confusa, mezclándose las verdades con las falsedades y las creencias en las interpretaciones de la realidad.

Lo que sí es cierto es que la realidad es una. Por más que haya diferentes interpretaciones de la realidad, lo que es, o sea, el ser, el conjunto de todos los hechos del mundo, es uno; y es múltiple: es una multiplicidad cambiante algunas de cuyas partes son aprehendidas intelectualmente por los seres vivos animales. Ahora bien, una cosa es que la realidad sea una y otra es que haya una verdad que la replique, ya que eso requeriría que la realidad haya sido comprendida bien y totalmente, lo que es imposible, pero, no obstante, la humanidad sí puede reconocer bien aquellos aspectos de la realidad que son importantes para que viva felizmente. Entonces, no hay una verdad absoluta, pero existe una verdad, o sea, el conjunto de verdades compuesto por aquellas que están en la mente de cada ser pensante, que se dan confundidas con las mentiras y las incertidumbres, y la compresión verdadera que la humanidad tiene de la realidad puede mejorarse o empeorar, según sea su desarrollo histórico y el de su conciencia.

Alguna vez podría haber una única verdad provisoria y humana, es decir, la compresión verdadera y compartida por los humanos de aquellos aspectos de la realidad cognoscibles e importantes para la especie, pero ese saber sería histórico, o sea, que la verdad sería relativa, no sólo en el sentido de que no se entendería todo lo que es, sino también en el de que la humanidad comprendería bien su historia en general, pero, además, los humanos comprenderían en singular, y por grupos, sus particularidades, por lo que el saber seguiría siendo relativo aunque fuera científico en general, y estaría atento a contrastar sus ideas con los hechos concretos, lo que no siempre pasa con el relativismo actual.

Eso de que “la única verdad es la realidad”, que dijo Juan Domingo Perón, no es cierto. La realidad es la realidad, y la verdad es el conjunto de ideas que la comprenden bien, conjunto que no reconoce a toda la realidad y que no es tenido por nadie, sino que está disperso en las mentes de cada pensante. Lo que sí es cierto, y que es la intención de la frase, es que la verdad tiene que dar cuenta de la realidad de buena manera. Y las mentes son cerebrales, o sea, que la comprensión de la realidad es un hecho histórico efectuado por organismos biológicos, que luego actuaron algo según ella. De allí que la comprensión adecuada de la realidad sea necesaria para el ser humano. Por eso es que la filosofía debe ser verdadera del todo, entendido a ese todo relativamente, lo mismo que al decir que la humanidad debe ser verdadera del todo, por lo que es inválida la aceptación de la religión y por lo que es un deber humano su determinación. Cuando digo que tiene que ser verdadera del todo no me refiero a que sepa absolutamente, sino a que haya reemplazado a la religión por el saber, y luego entender al mundo en base a los hechos concretos. A que la humanidad tenga una continencia y un orden discursivo que le permitan vivir según sus propios designios en una relación buena consigo misma y con su entorno.