Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Capital y oligofrenia

En tanto que las religiones son falsas, tropiezan siempre con la sensatez de la gente que las cuestiona para averiguar qué hay de verdad en la prédica. De allí que se entabla un combate entre los impulsores de las doctrinas y quienes las ignoran, o piensan distinto, cosa que se repite en las doctrinas falsas que no son religiosas, como el productivismo, que no busca mandar en nombre de los dioses pero que sí pretende imponer un orden que no reconoce a las verdades de quienes no quieren ser explotados, o desean otras cosas. Entonces, quienes intentan imponer a esas doctrinas, apelan a distintos tipos de fuerzas, sean torturadoras o de apariencia amable, y demás, para someter a los refractarios y convencerlos, o hacer que demuestren haberlas aceptado aunque no lo hayan hecho, lo mismo que hacen para sí mismos, por lo cual se viven muchos años de pujas constantes o recurrentes, repletas de trampas, ataques y manijeos, en los que se defiende hasta la vida de sí. Luego de pasarse décadas de esa manera, y siglos en términos generacionales, los cuerpos se abaten, se desgastan, se rompen y enferman, quedan traumados física y psicológicamente, y más por haber las otras pujas históricas, como son las guerras, las competencias           -empresariales, gubernamentales, comerciales o de las que fuere-, las peleas familiares y las de amistades, y así. Ese reviente redunda en una pérdida de la inteligencia, que es la oligofrenia, más dada en las esferas de alta competencia, pero generalizada. Y hasta hay promotores de su estética, que pretenden que se goce de la alienación. La perversión capitalista parece ilimitada, pero no lo es.

Al decir que la oligofrenia es generalizada quiero decir no que los hombres seamos todos oligofrénicos sino que nuestra inteligencia, por más que progrese, es retrogradada por el capital, es decir, que no es lo brillante que sería si se lo terminase. También que los capitalistas se favorecen del progreso de la inteligencia, cosa que es buena en tanto que son prole pero que es mala en tanto que son capitalistas.


Anexo

Cuando se critica a la ciencia por el mal uso que se hizo de ella hay que tener en cuenta que se hizo un mal uso por falta de ciencia: si los humanos hubieran sabido bien las cosas, no habrían hecho el mal uso. Pero eso no quita que parte de la ciencia es mala, no porque no pueda cumplir sus objetivos, ya que los cumple, sino porque, por no tener en cuenta ciertas cosas que exceden a su ámbito, o que son soslayadas dentro de él, los científicos perjudican, a otros y a sí mismos, tal como sucede en las ramas de la ingeniería bélica e incluso en gran parte de las de la industria. Una parte importante de este problema es que muchos científicos son religiosos, o productivistas, y forzados, y por eso no reconocen ni hacen reconocer los problemas soslayados por esas doctrinas, y cometen y hacen cometer las acciones a las que esas doctrinas predisponen, lo que hace daño, ya que no detienen ni reforman su hacer cuando se les oponen los reclamos de quienes no eran contemplados por aquéllas.

Ese problema, entre otras cosas, es consecuencia de la separación disciplinaria que hacen las universidades, por buscar la especialización productiva.