Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

martes, 11 de noviembre de 2014

La filosofía, garrón

Es necesaria en tanto que persiste la brutalidad humana, pero debo señalar que filosofar no es bailar y cantar entre seres amados con la humanidad plena de placer. La pena es que la humanidad puede lograr vivir a pleno con facilidad, pero no lo hace por necia, porque por orgullo se niega a reconocer sus errores, y repite mentiras muchas veces, lo que le hace hacer mal.

Una cosa importante que no se puede hacer plena dentro del marco del industrialismo, por lo menos hasta ahora, es la economía lúdica, que hace del trabajo un placer. No es cuestión de que se mantenga a la industria tan grande como ahora y que además se la haga lúdica, sino de reducirla al nivel de lo necesario y de que se dé lugar a otros tipos de economías más proclives al ludismo, aunque todos requieren sus seriedades. Estos también debieran ser reducidos a lo necesario, para dar lugar al tiempo libre. En realidad, el tiempo libre de trabajo, es decir, el tiempo en que no se trabaja, si bien es importante, no es más importante que el trabajo libre, o, bien dicho, que el hacer necesario libre, ya que el trabajo deriva del instrumento de tortura romano llamado tripalión. El así llamado trabajo debe ser gustoso y podría ser voluntario, ya que se lo haría a placer y por el placer de convivir.