Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

domingo, 21 de febrero de 2016

Una respuesta a Emir Sader

Le voy a responder algunas cosas a Emir Sader de esta manera, mediante el blogspot, ya que anteriormente le escribí por el correo de lectores de Página 12 y luego de eso él sacó una nota, en ese mismo diario, acusándonos a los intelectuales críticos de los gobiernos progresistas de no ganar las elecciones, de ser ultraizquierdistas y de dedicarnos a responderles a los desarrollistas mediante correos electrónicos. Primero quiero decir que escribir correos electrónicos para contestar a las notas periodísticas no tiene nada de malo, y que yo les leo sus notas casi todos los días, sin haber tenido la posibilidad de contestarles casi nunca. Para eso tuve que poner este blogspot. Por otro lado, Emir Sader omitió poner en debate el contenido de los correos enviados, por lo que la cuestión de fondo se mantiene sin dilucidar. En tercer lugar, ni el trotskismo ni el ecologismo son ultraizquierdistas en general. La caracterización de los gobiernos progresistas como de izquierda, mientras que sus críticos seríamos unos extremistas, no es cierta, ya que los gobiernos progresistas oscilan entre la centroizquierda, como el PT, el PSUV, el MAS y el Frente Amplio, y el centroderecha, que es el caso del FpV, parte de cuya conducción hasta es conservadora, o sea, derechista, como lo son los gobernadores del Partido Justicialista de algunas provincias argentinas y algunos dirigentes sindicales. La acusación de ultraizquierdismo pretende aislar a la izquierda crítica de los gobiernos desarrollistas. No obstante, la crítica al idealismo de la izquierda es válida, porque lo hay y porque la izquierda crítica al progresismo gobernante exige cosas sin atender a las circunstancias que determinan a las cuestiones, por lo que se desacopla de la realidad a veces, y no otras, de igual manera que la hipocresía para con los gobiernos progresistas es perjudicial para las naciones y hasta para ellos mismos, porque al no corregirse sus errores se restan apoyos y se ganan opositores, lo que les merma fuerzas y favorece sus derrotas ante los liberales, la derecha, que es hegemónica mundialmente. Por eso es que debieran alentar la postura del apoyo crítico, e incluso las críticas sensatas y opositoras, aunque yo no comparta esa tesitura porque ignora las correlaciones de fuerzas, y corregirse la política a medida que evoluciona la historia, es decir, corregirse sobre la marcha.

Por otro lado, es malintencionado pretender que los descontentos con los gobiernos progresistas tendríamos que hacer partidos políticos y ganar las elecciones, como dijo Cristina Fernández, dado el peso de las iglesias y del capital, y las maniobras de los demócratas instalados en el sistema político, que nos lo impedirían, además del hecho de que muchos somos trabajadores o empresarios chicos que no tenemos ni tiempo ni dinero para costear partidos grandes; eso aparte de que en mi caso me estoy recuperando de los padecimientos de una celiaquía recientemente diagnosticada, a la que sufro desde la adolescencia y que me causó cansancio, dolores de panza intermitentes, erutos y depresión a lo largo de los últimos 20 años, y un acúfeno, osteopenia, irritabilidad y una contractura en el pie derecho en los últimos cuatro, con sus secuelas sociales, y de un desprecio político de parte del progresismo moderado y algunos atentados o malos tratos de los anarquistas, a la vez que de represiones policiales, lo que terminó en que renunciara al CLACSo y tuviera que rehacer mi vida, habiendo recibido muestras de solidaridad de poca gente más que de los fantasmas. Así que no les vale decir que no conozca la pobreza.

En resumen, la cuestión se reduce a que los gobiernos progresistas tendrán que aceptar que se los apoye críticamente, y que se los critique desde la oposición, sea de derecha o de izquierda, y hasta tendrían que convocar a que se haga eso de buena manera, ya que no tienen la verdad absoluta, por lo que ignoran lo que se intenta hacerles entender con las críticas, a las que tendrían que analizar, para juzgarlas, ya que no serán buenas del todo, y malas a veces, y a partir de eso responderlas satisfactoriamente; aparte de aceptar su superación por izquierda a mediano plazo, lo que podría ser de 20 a 300 años.