Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 5 de marzo de 2018

La Unión Europea y los partidos socialdemócratas

Los partidos socialdemócratas están sufriendo desprestigio en Europa a consecuencia de su apoyo a la unión continental, cuyo orden es liberal ortodoxo. El progresismo aceptó la creación del bloque de naciones, por haber sido internacionalista, pero entonces convalidó al modo de gobierno de la troika, que es privatizador, por lo cual ahora, que el modelo europeo persiste fracasado, los pueblos decepcionados se vuelcan bastante por alternativas nacionalistas, o de unionismo negativo, como el Brexit, el Partido Cinco Estrellas y los brotes xenófobos en Alemania, Austria y Polonia. La unidad europea es deseable para la izquierda, pero habría que evaluar si el marco legal y político permite la adopción de un buen modelo, o si no es necesario el desmantelamiento de ese gobierno plurinacional para replantear al buen internacionalismo. El modelo europeo parece conducir a una crisis irresoluble en sus propios términos, por lo que cabe analizar si merece apoyo, pero también hay que pensar a las naciones de Europa, que son bastante religiosas y procapitalistas, lo que hace a la base firme de la derecha continental, que se transforma lento, a mediano plazo, lo que le da una plataforma vigorosa a los partidos conservadores, que hace a las limitaciones del progresismo moderado y a la minoridad de la izquierda. Hasta que no haya una autocrítica de las naciones a sus propias malas decisiones políticas a la izquierda se le dificultará conseguir sus objetivos. Es necesario reconocer la proporción de la clase asalariada que tiene posturas reaccionarias y conservadoras, como la relativa a los migrantes, o mismo la asunción obrera del lugar de los gobiernos europeos en la destrucción imperialista en Medio Oriente y el África mediterráneo, de la que aquéllos huyeron, y además no se debe acotar la crítica al asalariaje, sino completarla con la de las otras clases. El establecimiento de una estrategia política exitosa requiere por un lado de un buen análisis social y político, pero además de un complemento crítico entre las fuerzas progresistas, coartado por la debilidad coyuntural, eso como base a mediano y largo plazo, que podría avanzar en la transformación, más lento o más drástico, de acuerdo a la predisposición contradictoria del conjunto social. No se puede revolucionar mucho más rápido de lo que quiera el proletariado progresista, y en épocas de reflujo la magnitud del retroceso también en mucho se debe a su politicidad, ligada directo a la conciencia masiva, que es manipulable porque los grandes medios comunicativos son privados y porque el hábito creyente instaló la lógica de tomar a los argumentos como verdaderos ignorando que lo sean, al desincentivar la crítica, de lo que la sabiduría social es algo confusa y falsa.