Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 7 de marzo de 2018

El derecho al aborto y el particularismo

Con la prédica de lo particular a los movimientos sociales se les dificulta concretar sus aspiraciones, porque les falta el buen correlato partidario y gubernamental que se los permita. En Argentina se está por votar en la cámara de diputados la legalización de este derecho, pero, incluso si ganara en dicho recinto, tendría además que ser aprobada en el senado, lo que sería menos probable, y luego el presidente podría vetarla, o demorar su promulgación, no sin cierto costo político, que implicaría que el aborto se mantuviera prohibido. La recaída en los particularismos segmentó a los reclamos progresivos y obstaculiza la solidaridad entre los demandantes de las distintas causas, que deben presentarlas para que se las sintetice en los partidos políticos y sensibilizarse con las reivindicaciones ajenas que lo merezcan. Mientras que cada movimiento siga acotado a sus propias reivindicaciones las victorias específicas se le dificultarán, y más aún el progreso conjunto, que depende de la ley, por lo que requiere del gobierno y de los partidos. Más importante todavía es la calidad política de la base social, que es la más determinante porque es la mayoritaria. Las cuestiones intermedias, y las superficiales en particular, suelen atraer más la atención de la opinión pública, por lo que se les dedica más esmero, pero la base social es lo más importante para la sociedad, por lo que cabe que se la cuestione, lo mismo que a las clases de arriba, por los defectos que tiene, que repercuten en el conjunto y que pueden provenir tanto de sí misma como de las instancias superiores.