Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 30 de mayo de 2018

Falta lúdica. Me hubiera gustado que Miguel Mateos sea presidente

Una omisión del movimiento gay es la de la poligamia, que quedó subyacente a sus reivindicaciones principales, más centradas en la aceptación social de la homosexualidad masculina y femenina y en la del transgenerismo, pero en términos más monógamos que poligámicos, de lo que la poligamia persiste más implícita que explícita en la sociedad.

Otra falta grosa es la de excluir de lo gay a la heterosexualidad progresiva, a la que agrego la relegación de la economía, de las cuestiones laborales en particular, y de la política, que algo la hubo, lo mismo que la desconsideración hacia la biología, que es una ciencia relevable porque se le pueden corregir las faltas. Al paradigma transgenérico le haría bien asumir que las cuestiones humanas son tanto culturales como físicas. Es más, también habría que entender la bioticidad de la cultura, es decir, su cualidad viviente. Escribí al respecto una nota el 10 de octubre de 2017, que está en este blogspot.