Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

martes, 1 de mayo de 2018

Socialidad casta y retención seminal

Así como los hombres somos testiculares por tener testículos, las mujeres son vaginales por tener vagina. En jerga popular se nos llamaría “pelotadosˮ y “conchadasˮ, con sus variaciones referidas a los huevos, las cachuflas y demás palabras representativas de los órganos sexuales mamíferos. Hay expresiones parecidas a esas, que son las de “pelotudoˮ y “conchudaˮ, que aunque sean parecidas no son iguales, ni remiten a lo mismo. A la vez, éstas tienen muchos significados, algunos de los cuales no se condicen bien con su denotación, que es la de los miembros sexuales grandes. El exceso en el tamaño del miembro sexual al que aluden no se da siempre por una deformación natural, sino que puede deberse a la retención del líquido seminal, sea el masculino o el femenino, que asimismo está dada por la castidad promovida por la religiosidad purificante, que es opuesta al hedonismo sexual, tanto como por el tipo de economía que promueve, que es la capitalista. Es el caso de la socialidad denominada “hinchapelotasˮ, también llamable “hinchaconchasˮ, que no es peor que la “rompebolasˮ ni que la “rompeconchasˮ, ya directamente lesionante de los órganos, como lo fue la sexualidad sadomasoquista extremada, o la de algunos violadores de mujeres.