Ya que la voz latina "allo" significa "elaborar", "proletario" quiere decir algo así como "buen laburante", en tanto que "pro" es "bien" y "letario" vendría a ser "laburero". La prole, que es la familia, sería lo "bien criado", en una definición aproximada, ya que no todo lo proletario está bien hecho. A los malos trabajadores se los debiera denominar "perletarios", ya que "per" refiere al mal, en vez que decirles "lumpenproletarios", en un uso algo desacertado del término y que careció de cierta sensibilidad con los indigentes, aunque también tuviera valor parcial debido a las maldades que cometieran.
Un problema con la definición del laburo son sus connotaciones, muy ligadas a las tareas asalariadas y empresarias, lo que dificultó reconocer que las elaboraciones no mercantiles también son tareas, tampoco necesariamente buenas. Entonces, el asunto a tratar es la calidad del trabajo.