Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 17 de agosto de 2022

Poder, fuerza, razón y cooperación

 Definir al poder como capacidad es redundante porque la capacidad es la cualidad necesaria para desempeñar tareas, mientras que el poder es lo mismo, pero usado, en latín antiguo, para referirse al mando, el señorío y el matrimonio. Luego se amplió el uso de la palabra "poder" para designar a cualquier capacidad. Esta palabra es tanto un sustantivo como un verbo. Como sustantivo, remite a una propiedad, la de ser apto para concretar lo que se propone. Como verbo, a la preparación para lograrlo. La fuerza es necesaria para poder, pero no basta por sí misma, porque poder demanda inteligencia y ayuda. El poder, en general, media entre el deseo y su realidad objetiva (y también existe el poder de desear), como una destreza para cumplirlo, que no es sólo individual, porque hay intereses cuya satisfacción precisa de auxilio. La crítica del poder, entonces, debe evaluar tanto a la voluntad que lo impulsa como a la práctica en que se plasma.

 El objetivo primordial del comunismo es que aflore el anhelo amatorio humano que sea honrado y que se lo cumpla, lo que demanda que la economía, la política y la religión sean justas, con las socializaciones institucionales que les corresponden, y que la matrimonialidad y la crianza de las hijas, del sexo y el género que sean, también sean compartidas por la sociedad de una forma más extendida que la actual, esto entre otros temas. De forma transitoria, aquello tiene que darse de hecho, lo cual sucede de modo oculto y poco valorado, pero, cuanto antes se lo legisle, mejor, porque la legalización constitucional implicaría una apertura y una ampliación de esta libertad, cuestión que precisa confrontar con dogmas religiosos y teóricos, incluso de la izquierda. En particular está la mentira de los cuernos que se proclama ante la infidelidad a la monogamia, que es antipolígama, y falsa porque el cráneo humano es redondeado sin importar con quiénes copulen las parejas de cada quién que las integra al modo bimembre. Es una mentira que golpea más duro a las víctimas de la infidelidad y a los miembros más débiles de las parejas abiertas (a los más fuertes les puede llevar a perder a sus parejas, o a pudrirles la relación), que impacta en los hijos, amistades, otros familiares directos y conocidos de los integrantes de las parejas anormales, y que les fuerza a que intenten reprimir la apertura matrimonial mediante la estigmatización y los maltratos que le son subsiguientes, porque, al definirse a alguien como cornudo, o cornuda, se le equipara a lo diabólico, es decir, que se le deshumaniza de forma despectiva, lo que habilita a otros tratos degradantes, asunto que opera distinto, pero también de mala forma, cuando la deshumanización se hace de manera halagüeña, o sea, cuando a las personas se las diviniza al modo santificado. Más en detalle, estos temas coexistirán con un montón de cuestiones, desde coyunturales hasta de largo plazo, a las que la humanidad deberá darles buena respuesta, cosa que no hará siempre, por lo que habrá avances y retrocesos, cuya magnitud dependerá de lo que se haga.

Cf. "poder" y "capacidad" en el DECEL, ob. cit.