Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 31 de agosto de 2022

Del concepto de "gentrificación"

 Está mal formulado, porque su raíz es la de "gente", pero se usa para referirse a una clase muy enriquecida, aunque no hegemónica en general, lo que da a suponer que los hombres de las clases inferiores a ésta no son gente. Hay un nudo semántico con la gentileza, que tiene el mismo origen etimológico pero se usó para describir modales refinados, de un modo tal que tomó a los rudos como si no fueran gente. En verdad, la idea de la gentrificación se usa para referirse a un desarrollo inmobiliario de lujo, de inversiones plusvalóricas, en que se desembolsan fondos mal habidos de actividades legales e ilegales. Es un concepto que conlleva una discriminación de clase espantosa, porque da a entrever que los pobres y modestos más humildes no son humanos, lo que habilita a que se les reprima para quedarse con sus terrenos e invertir en ellos presumiendo honradez. La deshumanización de estos pobres y modestos se ha de fundamentar en prejuicios sobre la virtud y el vicio, que combinan ideas teológicas con universitarias, de ciencia conservadora y reaccionaria, pero el desarrollismo progresista y el revolucionario también tienen sus faltas, así que se las tendrá que enmendar.

 La llamada "gentrificación" es un sobreaburguesamiento, una edificación maligna, aunque no del todo, por su exceso, porque vuelca muchos fondos en construcciónes para pocos, de consumo muy caro, que implican que no los haya para los barrios pobres, donde más se los necesita, además de la explotación laboral, la delincuencia empresarial y la categorización desbocada de los hombres, como divinos los de adentro suyo y diabólicos los de afuera.

Cf. "gentil" y "gentrificación" en el DECEL, ob. cit.