Los prefijos tienen significados definidos, pero, a veces, el mismo prefijo tiene varios, como el de "des-", o el de "in-", que pueden referirse tanto a la falta como a la mala calidad de algo (sobre todo mencionan a la primera). El de "per-" se usa para referirse a lo excesivo, pero a veces a lo maligno, como en "perversión", que a veces denota no a una versión larga, sino a una mala. Entonces, hay que fijarse en lo que quieren decir cada vez que se los usa, y no siempre se lo hace bien.