Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 7 de julio de 2016

La lógica del pecado y la de la falta moral

En el pietismo cristiano, no sé del islamismo ni de los otros, como la fornicación y el goce vaginal son mal considerados, la concepción y el nacimiento son puestos en cuestión, no son tomados por actos festejables así nomás, sino que para serlo se tiene que sortear las prescripciones relativas al pecado, y el asunto excede al pietismo porque es una lógica social, porque el pietismo impregna a la cultura en general, aunque tiene oposiciones y dislates. Entonces, en términos cristianos, a los humanos se nos considera nacidos en pecado, no sólo por eso sino también por la doctrina del pecado original, que supone que como somos descendientes de Adán y de Eva cargamos con la culpa de su desobediencia al mandato de dios, por lo que debemos bautizarnos para expiar esa falta, lo que implica que para que no se los considere en deuda a los recién nacidos se los tiene que hacer adscribir a la cristiandad mediante el bautismo, y al hacerlo se los mete en un sistema de reglas que los pondrá en otras faltas indefectiblemente. O sea, que ya nos toman por culpables sólo por haber nacido, y después la empeoran. Por eso el carácter acusatorio y culpabilizante de la cultura cristiana. Pienso que en los otros pietismos debe pasar algo parecido.

La lógica de la falta moral es la misma en la moral pietística, que además es la de la legislación estatal, aunque ésta difiera de aquella en ocasiones, porque la moral religiosa supone que las personas tienen que cumplir con un orden ideal, por lo que a lo sumo pueden llegar a satisfacerlo, si cumplen con todas sus reglas, y si no ya están en falta, mientras que al orden ideal no se lo cuestiona. La humanidad tiene que emanciparse de semejantes mentiras para ser feliz, y quienes las sostienen son cuestionables por injustos. No obstante, hay aspectos de los órdenes pios que sí son sensatos, a los que se debiera mantener.

Lo de que el mito de Adán y Eva es falso ya fue comprobado por la antropología.