Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 11 de julio de 2016

Sobre el imaginario en Castoriadis

No le puedo hacer justicia a Castoriadis porque evaluar el trabajo de un autor es meterse en su vida, en su recuerdo en este caso, lo que se suele hacer insensiblemente porque los críticos no conocemos mucho a aquellos a quienes criticamos, aparte de que tampoco conozco mucho a la obra de Castoriadis. Leí de él los dos tomos de La institución imaginaria de la sociedad en un seminario dirigido por Carlos Savransky y después hice otro seminario, optativo en la carrera que cursé, también de Savransky, en el que leí De Anima, de Aristóteles, la Crítica de la razón pura de Kant y otros escritos más focalizados en el lugar de la imaginación en la filosofía. En eso la obra de Castoriadis es importante, porque ubica al tema al rastrear sus antecedentes, señala el estado de la cuestión, pero en otras cosas flaquea, necesita correcciones, porque es precientífico. Ese esquema que parte en dos a lo imaginario, en el que está el magma de significaciones sociales por un lado y por otro la lógica identitario-conjuntista es antojadizo, es un esquema, al que en su tesitura anarquista el autor le asigna connotaciones positivas a la primera parte, porque es caótica, y negativas a la segunda, porque es ordenada, lo que supone que el caos es bueno y el orden es malo, cosa que no siempre se corresponde con la realidad. Además, al estar así planteado, falta la cuestión de investigar a los actores concretos que hacen al imaginario social y a sus relaciones: le falta la investigación empírica, en particular sobre las iglesias, los medios de comunicación, las organizaciones sociales, los estados y demás. Pero bueno, esto es todo lo que puedo decir del tema, o sea que sé poco.