Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 9 de agosto de 2017

... y de la del vidrio esmerilado. Impresionistas, tropicales y seriadas














El carnaval no puede suceder tan bien durante el gobierno privado,
ni en el popular fidente, ni en el capitalista.
El anhelo carnavalero no puede concretarse completo en la piedad,
por lo que el socialismo ateo deberá deponer a la teocracia,
tanto a la islámica, cuyo republicanismo es monárquico,
como a la cristiana, cuyo cual es constitucional,
ambos sufragistas en general; 
y así deberá hacer con las otras,
como las místicas y las animistas,
porque aunque sean originarias son teístas,
se explican la realidad miteramente.

El carnavalismo internacional tiene su falta grave,
por ser carnavalista,
por avalar el consumo de carne animal no humana,
y tiene otras tantas faltas graves,
pero debe ser porque la ingesta de carne animal es necesaria para vivir sanos. 
Es que se explota a la ganadería de sobra,
por la compulsión acumulativa de finanzas,
para las cuales el ganado es una fuente de capitalización,
en tanto que se lo mercantiliza,
y por la mala dietética de la barbarie en curso.

El aval social para la ingesta de carne animal también debe ser bien moderado,
pero eso requiere de la socialidad productiva.
Es preciso que la humanidad peque bien.

El carnaval bien podría ser preponderantemente vegetariano
y hasta vegano por períodos,
y aún así ser carnaval,
porque la vegetal también es carne.

La carne es el tejido mascable de vivientes descuartizados.