Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 28 de abril de 2018

Las elecciones suelen ser algo fraudulentas

Hay un tipo de fraude que es el de la manipulación en el recuento de los votos, que es la considerada como propiamente defraudataria, pero existen otros tipos de trampa electoral, como los de las mentiras proselitistas, las impugnaciones de listas, la recepción de fondos privados para financiar las campañas, la desigualdad entre los partidos para acceder a los medios comunicativos, las difamaciones falsas a los candidatos y así, lo que en conclusión da que el sistema electoral es bastante fraudulento; pero las sociedades tampoco son siempre honestas, sino que tienen mucha desidia. Entonces, no es sólo cuestión de achacárselo a los gobernantes, sino que también hay que analizar lo que sucede en la sociedad en general, ya que en sociedades con deshonestidad estructural no se puede pretender que las elecciones sean muy honradas. El fideísmo y la religión dan cuenta de que hay cierta falta de responsabilidad extendida en el conjunto social internacional, porque se sostienen argumentos e imperativos en base a supuestos que no fueron bien verificados. Con el funcionamiento capitalista pasa igual: es un sistema injusto que está ampliamente aceptado. En el orden social actual el método de conocimiento es incierto, porque confunde la verdad con la creencia, las concepciones son hipotéticas, porque se basan en la idea de la existencia de los dioses, la moral es equívoca, porque supone que sus preceptos son del todo verdaderos, y el modo de producción económica es algo ingrato, ya que es capitalista. Entonces, el sistema de elección de las autoridades de gobierno tampoco puede ser tan bueno.