Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 21 de septiembre de 2020

Sobre la inteligencia motriz del coronavirus

 Cuando el coronavirus está en un lugar que es tocado por una mano humana entiende la situación, se suelta de donde está, si estuviera agarrado, y se agarra de la piel de la mano, a la espera de que la mano vaya a la boca, donde se vuelve a soltar, de la mano en este caso, para agarrarse de la piel de la boca, o de la nariz, desde donde luego tiene que atravesar un espacio para llegar hasta los lugares de la garganta y los pulmones donde se reproduce, aunque para ello puede que se aproveche de las corrientes aéreas de la respiración, si es que no se desplaza por la mucosa. Esto implica reconocer el entorno y moverse a voluntad persiguiendo una meta consciente.

 Cuando se tienen los coronaviruses en las manos a las manos se las mueve mucho. Se las moja. Se les frotan telas y se tocan otras cosas, no obstante lo cual los coronaviruses no se les desprenden, o no se les desprenden siempre, cosa que indica que puede que se enganchen a la piel.