Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 17 de diciembre de 2020

Sobre la masculinidad, la femineidad y la transexualidad

  Lo masculino viene de lo macho, a lo que los diccionarios no definen en profundidad. Se lo vincula a la fecundación en las Etimologías de Chile y a los pernos y goznes en el diccionario etimológico de latín de Segura Munguía. Estas definiciones aluden al miembro sexual de los varones, la llamada pindonga, aunque sin mencionarla expresamente, por lo que lo masculino es lo porongado. De igual modo, lo femenino es vaginal, pero no se estableció que el término "hembra" remita a la concha. Entonces, lo trangénero se refiere a la conducta más que a lo corporal, aunque existen las prótesis quirúrgicas, que aunque sean algo verdaderas causan riesgos innecesarios. No son del todo verdaderas porque son artificios humanos. No provienen de una evolución intergeneracional e interior al cuerpo, sino de la intervención externa hecha por el trabajo médico, y traen problemas serios cuando se vencen. Además, si bien tanto lo masculino como lo femenino se definen por el miembro sexual, la sexualidad abarca a todo el cuerpo, mientras que las operaciones quirúrgicas y las intervenciones hormonales se focalizan en algunas de sus partes, por lo que es preferible que la transexualidad prescinda de cirugías. Como las cirugías son innecesarias para cambiar de sexo, al menos en lo actitudinal, y son peligrosas, es mejor evitarlas, y la actitud incide en el cuerpo, porque es su modo de desempeñarse.

 Segura Munguía vinculó al vocablo latino "femina" con el de "fecundus", al que ligó a la raíz hipotética "dhé", a la que tradujo como "mamar" y "ordeñar", es decir, que dió a entender que lo femenino no se define por lo vaginal, sino por lo mamario, pero me parece que en ello se le jugaron sus tabúes jesuitas contrarios al sexo, aunque sé que puedo estar equivocado.

 Otro tema es que, si alguien quiere a un, o una, transexual, no debiera importarle si tiene la forma del sexo adquirido a partir de la niñez. Adorar las prótesis es fetichista.