Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Tarea para el hogar

Observar cuánto las personas fundamentan sus asertos en lo que creen, en lo que confían y en lo que les parece. Casi siempre, tras haberse basado así las opiniones, el debate prosigue como si nada, sin que a los que procedieron de este modo se les exija que averigüen qué hay de cierto en lo que dieron por sentado, cosa que da cuenta de que la humanidad no asumió bien al problema.

Este es un tema muy importante para la retórica política y para el periodismo, y el progresismo debiera empezar a reclamarse a sí mismo y a sus opositores que se averigüe en vez de creer, lo mismo que a la audiencia se le debiera solicitar que no tome por verdaderos a los discursos, que los cotejen. Así se podría reducir a la manipulación y a la accidentalidad comunicativa. Su incidencia es general. Está presente en las relaciones familiares, en las amistosas, en las amorosas, en las estudiantiles, en las laborales, las jurídicas y así.

La confusión entre la creencia y la verdad generó a una serie de expresiones que dan cuenta de una actitud dubitativa del enunciador respecto de la veracidad de su discurso, como las de “tipo como qué”, “ponéle qué”, “se me hace que”, “me suena a” y así, lo que se replica en las otras lenguas.