Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 21 de septiembre de 2017

Pares de disimetrías derivados de la lógica de la creencia. Creencia y perversión

La creencia responde a una lógica que confunde a lo que se piensa que es cierto con lo que en verdad lo es, por lo que lleva a equivocaciones. Existe la realidad objetiva por un lado, y su representación subjetiva por otro. Las ideas, en general, son representaciones subjetivas de la realidad objetiva, algo inexactas y creadas por los individuos, pero el hecho de que el modo de representarse a la realidad sea creyente habilita a que se sostengan como verdaderas a ideas que no lo son, lo que si bien a veces es aceptable, otras no lo debe ser. La creencia falsea la comprensión de la realidad, porque permite pensar que las ideas que se tienen son verdades, sin que lo sean siempre, y habilita a la hipocresía porque permite sostener razonamientos sin el discernimiento suficiente, lo que hace mal cuando deriva en la acometida de prácticas injustas. Esta lógica, de mala representatividad, que hace a la perversión social, se replica en varias instancias históricas, como las de la siguiente enumeración:

1. En la economía, en la que está la falsa representación del valor abstracto, que por una convención representa al valor de uso, lo que hace a una economía algo ingrata.

2. El gobierno, con esa idea de que los representantes representan bien a los ciudadanos, cosa que no sucede lo que debiera ser.

3. En la familia, que contiene a un modo forzado de filiación social y que no se corresponde del todo con las aspiraciones sociales buenas de las personas.

4. En la retórica, a veces mal intencionada, cuando los comunicadores mal predispuestos intentan engañar a sus receptores, haciéndoles tomar por ciertas a ideas que no lo son, o que omiten a propósito cuestiones importantes, de lo que da cuenta el auge actual de la posverdad. La creencia da lugar a la fraudulencia comunicativa, porque, al manejarnos mediante creencias, las personas no adquirimos bien el hábito de analizar los mensajes que recibimos, lo que nos predispuso a aceptar mentiras.

5. En el derecho, que toma por justa a la ley. La justicia a veces pretende el disfrute social, pero la ley no siempre lo permite, y hasta lo impidió, porque no se criticó al derecho lo suficiente como para hacerlo plenamente bueno, lo que requeriría además de la deposición de la religión y del capitalismo, que lo predispusieron a ser castigador de algunas de las faltas y represivo de algunas de las luchas sociales, así como a ser omisivo con los crímenes de los más poderosos.

6. En la psiquis, ya que a las personas se nos dificulta hacer conscientes a aquellas cuestiones que son prohibidas por la moralidad dominante, basada en creencias acordes al capitalismo, por lo que quedan relegadas a lo sub o a lo inconsciente, o a la consciencia individual, o grupal, sin socializarse tanto como se lo quiere, y también por los impedimentos prácticos ocasionados por lo malo de la productividad en que estamos insertos.

7. En la meta existencial, que confunde al éxito con la felicidad, cuando en verdad el éxito, tal como se lo entiende usualmente, según la ideología dominante, no es tan feliz, sino que más bien es bastante ingrato, debido a lo mucho que cuesta mantenerlo y a que es competitivo.

8. En la significancia, en la que la relación entre los significantes y los significados está atravesada por la convención, lo que causa que haya que aprenderse muchas definiciones arbitrarias para entenderse. Esto a veces no es malo, y hasta es inevitable, pero hay ocasiones en que la convención falla, por estar mal establecida, como cuando la etimología no se corresponde bien con el significado. Esta disimetría me parece forzada, así que cabe repensarla.

La mala representatividad ocasiona perversión porque la perversión es una mala práctica, o una mala actitud, derivadas de una mala versión, de un mal entendimiento, de la realidad. La preposición “per”, en este caso, se refiere a la maldad, como en la palabra “perjuicio”. La perversión en ocasiones fue entendida como la conducta desviada de la norma, porque se tomó a la norma como buena, pero no siempre lo fue, lo que condujo a actitudes psiquiátricas mal represivas y mal correctivas.