Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 14 de septiembre de 2018

De la justicia fideica

La justicia liberal tiene pujas fidentes porque el liberalismo es teísta, así como la libertaria tiene su confusión fidencial. En el fideísmo cristiano, la justicia capitalista oscila entre el capitalismo ortodoxo y el heterodoxo según los resultados electorales, que se subordinan al orden constituido, lo que debe replicarse de modo distinto en el islam. La democracia liberal, al ser liderada por el monoteísmo tolerante, es fidente. Es una democracia en la que predominan las concepciones de fe en el orden social, una de capitalismo fideísta. La democracia comunista tiene un sufragismo de partido único, de calidad evaluable al igual que el poli-partidismo árquico. El comunismo sucede en repúblicas, al igual que el liberalismo, con barbaridades tremendas en ambos, pero el bloque comunista, al menos en su ideología, es comunista, lo que no le resta sus culpas. La superación de la crisis requiere de una transformación social interbloques, por lo que ambos, con el tercero que hay, precisan de cambios bien logrados, tanto en el modo de saber como en los órdenes económico y político.

La justicia fideica es aquélla fundada en órdenes sagrados, que son los que expresan a la fidelidad. El fideísmo capitalista es su subtipo moderno, que terminó de conformar su primer etapa recién luego de los tres siglos entre el comienzo de la modernidad y la revolución industrial. El materialismo comunista ateo le replicó con la justicia atea, que también es hipotética porque el ateísmo es hipotético. El ateísmo superó al fideísmo pero cayó en la hipotetización, que es una forma reiterada de la fe, así como su justicia responde al orden social comunista, que también se estratifica en clases poseedoras de pequeños a grandes medios productivos, aunque el modo de capitalización se haya centrado en el gobierno del estado detentado por los partidos comunistas, orden constitucional sostenido por ejércitos. En el bloque socialista, el de la segunda internacional, esto sucede mixturado, ya que es ideológicamente socialista, en la India desde la constitución, y en su periferia según los resultados electorales, pero bajo el sometimiento a la ley capitalista trasnacional, y a la vez se sostiene con ejércitos y tiene elecciones pluripartidarias, de democracia sufragante. El liberalismo, como política moderna, instauró al republicanismo en toda la Tierra, con distintos modos de manejo de los partidos y de su relación con el gobierno del estado, algunos de los cuales no son liberales y otros de liberalismo socialista, un híbrido entre el comunismo gobernante y la política fundadora del capital. Estos son tres modos republicanos. Dos de ellos son de ideología socialista, el chino y el indio, y dos son pluripartidarios, el indio y el estadounidense. Los tres tienen estados de mando tripartito alto, en tanto que la república es la del gobierno privado, así desde la antigüedad romana, cuyo senado tenía un recinto apartado del pueblo mediante guardias y paredes, que sesionó en secreto y con debates acotados a pocos participantes de la totalidad social. El gobierno del antiguo imperio chino, y el de las otras civilizaciones antiguas, también se apartó en edificios majestuosos.

Entonces, está el bloque liberal, que abarca a los países de gobierno religioso abrahámico y que domina a los pueblos animistas periféricos, bloque conducido por Estados Unidos en primer lugar y por las potencias europeas en segundo. Abarca a Latinoamérica, cuya heterodoxia está subordinada al liberalismo principal, a Oceanía y al este asiático, en puja con China y la India y Japón. Es el bloque de derecha, con disputas internas entre los liberales ortodoxos y los heterodoxos, que suelen ser monoteístas que presumen tolerar las creencias que les son ajenas, una tolerancia con guerras internacionales, atravesadas por las competencias políticas y económicas. Luego, está el bloque socialista, que es el de la segunda internacional, el bloque socialdemócrata conducido por la socialdemocracia india y compuesto por los partidos socialistas de los países con constituciones republicanas, procapitalistas y de gobierno ejecutivo y parlamentario compuesto por representantes electos por el voto y candidateados desde varios partidos políticos. Este bloque tuvo participación activa hasta en guerras imperialistas, y es capitalista. El bloque comunista también hizo la guerra con armamento militar, tuvo a la Revolución Cultural y a la represión a los movimientos democráticos de los últimos años, así como la experiencia soviética y su imperialismo económico, que quebró a los empresariados industriales menores de sus economías periféricas con la exportación de productos de bajo costo, así como explota a su propia mano de obra y financió la instalación de grandes obras de infraestructura, las cuales se impusieron sobre las poblaciones locales mediante la corrupción gubernamental y con una violencia semejante a la de los enclaves capitalistas en la periferia previa a la descolonización. El capitalismo atraviesa a los tres bloques, ya que en los tres predomina la acumulación de capitales dinerarios, con el salariazgo como modo principal de contratación de la fuerza laboral, cosa que tal vez varíe en el bloque comunista y que no sé cómo sucede en la India, y la acumulación excedente es tanto gubernamental como privada, modificándose según el bloque de que se trate, ya que el gobierno también incide en el modo de apropiación, y de gran manera en el bloque comunista. Los bloques socialista y comunista son bloques perdedores porque en el mundo predomina el capital, lo que implica que no se realizan, quedan como aspiraciones concretadas a medias, porque en ninguno de ambos los medios de producción son bien gestionados por sus trabajadores y demás usuarios, ni se abolió el salariazgo. Tienen ese anhelo pero se capitalizan sobre todo con la actividad mixta entre el capital privado y el público, que es el estatal y que es manejado por los gobiernos sometidos a las constituciones. Ni la cuarta ni la primera internacionales gobiernan naciones en este orden, que es liderado por el capital trasnacional, sea el privado centrado en el estadounidense o el gobernante de china, o mismo el capital indio. Los miembros más capitalizados de la primera y la cuarta alcanzan poco el gobierno.

La modernidad se corresponde con el capitalismo, así como el feudalismo con la edad media y la esclavitud con la antigua, incluso aunque la modernidad se haya iniciado a mediados del siglo XV y el capitalismo cerca de 300 años después, ya que la relación entre la etapa histórica y el modo de acumulación es de correspondencia desfasada, de igual manera que persisten formas arcaicas en los modelos posteriores. La modernidad desde sus inicios fue fidente, y tuvo como antecedencia la fidencia científica del islam medieval, que se impuso por sobre el cristianismo durante toda la era, hasta que se aceptara el conocimiento universitario en el cristianismo moderno, que lo hubo recluido en las iglesias, tornándolo más que nada teológico, credo que luego del renacimiento y la ilustración inició al capitalismo porque el liberalismo, la política del laicismo cristiano posterior a la imprenta, hubo reflexionado sobre cómo relacionarse con las otras culturas desde la teología ecuménica, así como por los avances científicos más sabidos, pero esa modernidad fue tanto fiel como capitalista y politéica. El paso a una modernidad capitalista con predominio comunista no estaría exento de aberraciones enormes y de gran escala, pero puede que signifique un avance histórico, cuya calidad habría que evaluar y corregir, así como sería inevitable, por el peso de su propia fuerza. Que el comunismo y el socialismo, el de las internacionales primera, segunda y cuarta, logren la socialización de los mayores medios de producción mundiales, es un objetivo que podría tardar tres siglos en conquistarse, por lo que no se lo debe pretender como obligación inmediata. Su concreción requiere necesariamente que el proletariado la escoja a buena conciencia, para lo cual debe instruirse, lo que depende de que satisfaga bien sus necesidades básicas. Entonces, la transformación debe recorrer ciertos pasos, de acuerdo a la predisposición internacional. Cabe señalar que la gran mayoría de la humanidad es proletaria, así como que la clase privada integra al género, tanto como el empresariado popular, y que las tres clases tienen aciertos y errores. El capitalismo no es sólo culpa del empresariado capitalista, ya que el pueblo lo sostuvo expresamente, como hiciera con la religión. El esquema entre clases opresoras y oprimidas es simplista, ya que omite las opresiones intraclasiales y las de abajo hacia arriba, pero es cierto que en términos económicos y políticos la opresión principal es la capitalista.