Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

¿Qué exigencia revolucionaria predomina en el proletariado? Nota para orientar la estrategia socialista

La transformación histórica que debe impulsar el socialismo científico tiene que entender bien las condiciones políticas del proletariado, a su vez dependientes de su contexto general y de la historia. El socialismo científico es la política proletaria, pero entonces los partidos socialistas tienen que analizar bien las reivindicaciones obreras, ya que son ellas las que la clase está exigiendo concretar. Los puntos del programa socialista que no son anhelados por la mayoría del proletariado deben ser relevados para que se los debata en la sociedad y se los acepte con el tiempo, pero no pueden ser concretados de inmediato, ya que se los conoce y demanda poco.

Hasta puede suceder que la clase obrera adopte posturas mayoritarias reprobables para la izquierda, cuando aquélla se derechiza, por lo que cabe reclamar que el socialismo entienda bien a su sujeto político. La clase revolucionaria, como es histórica, se compone de quienes adscriben al planteo revolucionario, y al modo en que es de facto, con sus contradicciones y fallas, y no todo el proletariado pertenece a ella, ya que una parte de éste no se asume como revolucionario, ni siquiera a la manera progresista. Las y los proletarios tienen un revolucionarismo más contradictorio que coherente y más intuitivo que conciente, por lo que su participación dentro de la clase revolucionaria es algo parcial, inestable e inconciente, así como algo conciente y duradera, cosa que varía, entre otros factores, según el desempeño de los partidos progresivos. La estrategia debe adaptarse bien a la bondad obrera, pero eso no sería suficiente si ignorara a la empresarial, así como a la maldad de ambas clases, que a su vez son heterogéneas y evolutivas.

Para definir bien la estrategia hay que analizar bien al proletariado, lo que implica dar cuenta bien de sus condiciones demográficas, esto es, de su religión, política, vivienda, educación, trabajo, transporte, deporte, espectáculo, arte y demás, las cuales son algo contradictorias y se modifican según evoluciona la historia, de la que son parte. Recién a partir de esta comprensión, y de su puesta en relación con una buena crítica de la superestructura social, se puede concebir bien la estrategia política.