Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 4 de marzo de 2020

El llamado "lawfare" es la parte jurídica de los golpes conservadores recientes

"Lawfare" significa "guerra legal", pero en verdad no es una guerra, sino una hostilidad bélica, un ataque político que rara vez llega a ser guerrero, que en la geopolítica de la lucha de clases se ejerce desde el bando estadounidense, que es liberal. El proletariado es representado en los gobiernos nacionales por el bloque comunista y la socialdemocracia, en una representación que debe ser corregida en muchos aspectos, como así lo debe ser la clase obrera. El liberalismo heterodoxo apela al pueblo, es decir, que es un liberalismo populista, cosa que lo hace moderado, de centroderecha.

El término "lawfare" tampoco describe bien a los golpes sofisticados que el conservadurismo le propinara a los recientes gobiernos progresistas latinoamericanos mediante la justicia, la prensa y los servicios militares de las presidencias. Son golpes integrales con menor presencia del ejército, que no enfrentan a guerrillas sino a movimientos políticos gobernantes, por lo que se apoyan en el poder judicial, que es el más oligárquico de los poderes del gobierno por ser el que menos se elige por voto directo, cuyos integrantes tienen cargos vitalicios, o mucho más extensos, que los presidentes, ministros y legisladores, de igual modo que la propiedad de la prensa puede ser vitalicia, además de hereditaria, según lo que se haga con sus títulos accionarios, lo que pauta líneas editoriales retrógradas y defensoras de las mayores explotaciones de los países. También los servicios presidenciales de espionaje tienen una línea de continuidad que atraviesa a los distintos mandatos, pero a eso habría que estudiarlo al detalle para saberlo bien. La participación militar en estos golpes no se acota a los servicios secretos, sino que abarca a los ejércitos enteros, en general poco inmiscuidos para este fin, pero muy activos en casos particulares, los cuales son comandados por los presidentes, pero eso también tiene que ser investigado muy en concreto.

Los golpes latinoamericanos de derecha no se acotan a peseguir gobernantes, sino que también lo hicieron con militantes como Luis D´Elía y Fernando Esteche, y con los dueños del Grupo Indalo, un conglomerado empresarial que es propietario del canal televisivo C5N y de Radio 10, señales de ideología política irigoyenista, es decir, del sector populista de la UCR, que se aliara con el peronismo de centroderecha a partir de la crisis de 2001, los llamados "radicales k", católicos progresistas, de prédica económica proteccionista, entre el capitalismo liberal moderado y la socialdemocracia cristiana.

En la entrada "Guerra jurídica" de Wikipedia se traduce al lawfare como "ley de expedición bélica", porque se explica que esa palabra sintetiza a la de "law" con la de "warfare" y se plantea que "warfare" significa "expedición bélica", pero, según WordReference.com, "warfare" no quiere decir eso, sino "guerra", "contienda" y "conflicto armado". Si tomamos al "fare" como "hacer", querría decir "acto guerrero". Entonces, "lawfare" sería "guerra legal", aunque no se trate de una guerra sino de una pelea, que es de muerte a un plazo más largo que el enfrentamiento armado a pólvora y se da en el marco de una contienda bélica, la de la lucha de clases expresada en términos pietistas, de pueblo contra elite, pero que no es una guerra sino un conflicto bélico. No obstante, el "fare" puede ser una deformación adaptativa de "war", vocablo al que no se podría pronunciar fácilmente luego del de "law", cosa que no haría variar al significado de "guerra jurídica". En verdad, se trata de acoso judicial, de un acoso injusto porque sus recriminaciones carecen del fundamento que dicen tener.