Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 10 de agosto de 2020

Fantasías infernales y enfermedad

Durante las enfermedades se tienen más fantasías infernales que de costumbre. Uno se siente "como el diablo". Cuando se está sano, se siente como divino. Son formas metafóricas de representarse la salud, que es anímica, por lo que corporal. En verdad, no son del todo ciertas, porque se fundamentan en ideas aproximadas, intuitivas, muy de creer. No somos diablos, ni dioses, pero podemos estar decaídos, lo propio de lo inferior, que inspira a la idea del infierno, tanto como alegres, que es lo altivo, como el cielo, lo mismo que pasa con los estadíos intermedios. Entonces, puede que en estas fantasías nos representemos, sin percatarnos del todo, nuestro estado de salud, que además se asocia con nuestros sentimientos, como lo son los síntomas. Los síntomas son los sentimientos mórbidos del paciente. Responden a la pregunta por cómo nos sentimos.

Lo mismo puede decirse de nuestra conducta, ya que responde a nuestra salud psíquica, la cual se conforma de nuestras ideas, por lo que su calidad define a nuestra salud, aunque no sea lo único que lo haga. Las prácticas malévolas, que perjudican a la sociedad, responden a faltas educativas tanto como a traumas. Se devuelven los golpes recibidos así como se lleva a cabo lo que la sociedad estima por bueno, que no siempre lo es. De allí que sea preciso que la especie defina con exactitud lo que es el bien.

A lo vicioso se lo estipula como separativo y se insinúa que de separaciones malignas, mientras que a lo divino como afirmante, así como los seres vivos nos agraciamos con la luz, pero la oscuridad no es mala de por sí, ni tampoco la disyunción, así como la iluminación no es siempre buena, como cuando los rayos solares queman por la rotura de la capa de ozono.

La palabra "diablo" se compone de los vocablos griegos "dia" y "ballein". En las Etimologías de Chile se define a este "dia" como "a través de", y no como "dios", lo que daría que el sentido griego de "diablo" sería el de "dios tirado", ya que "ballein" es "tirado", porque en Grecia a las balas se las tiró. No eran balas de escopeta, pero las hubo, ya que las primeras balas se tiraban a mano. En la página web hay una explicación de porqué al diablo no se lo definió como tal. Véase también la entrada de "vicio" y la de "bala", esta última en Wikipedia.