Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

jueves, 27 de agosto de 2020

Porqué el crecimiento con inclusión no puede ser suficiente para el buen vivir

  El PBI argentino anual está en cerca de 449 mil millones de dólares, lo que son como 9.993 dólares por habitante, pero, si tomáramos como ingreso individual suficiente a uno de 20 mil pesos, para una población de casi 45 millones daría un total de 3 mil dólares por año, con el dólar a 80 pesos, menos de un tercio, o sea, que la economía se podría reducir en dos tercios de la actual. Si se quisiera aumentar el ingreso individual a 40 mil pesos por mes, habría que achicar el PBI en cerca de un tercio. Entonces, la búsqueda de la inclusión por la vía del crecimiento tiene dos contras fatales a mediano plazo. Una es que no soluciona el problema de la acumulación injusta, tan exacerbada desde el golpe militar de 1976, y la otra es que agrava el daño ecológico, y tiene más, como que mantiene las faltas organizativas, relativas a la verticalidad con que funcionan las empresas, o mismo que causa una cantidad de lesiones laborales mayor a la necesaria para la reproducción social. Al verticalismo también lo padecen los rangos ejecutivos, como al daño laboral. Se los padece de distintas formas.

  El crecimiento con inclusión no alcanza, pero será irremplazable mientras que la mayoría de la sociedad apueste por él, y es preferible a la recesión excluyente, aunque mejor sería el decrecimiento inclusivo justo. Lo principal es que lo entienda la mayor parte de la sociedad, aunque con eso tampoco alcanzaría, sino que tendría que haber una comprensión mayoritaria lo suficientemente calificada para lograr establecer el tema en la ley superior. En el transcurso hacia ello habría que mantener los mejores gobiernos progresivos que se pudiera conseguir de acuerdo a la política de la sociedad, que en general es popular y en su amplia mayoría es obrera, es decir, que la política obrera determina el sistema económico, porque el voto de la clase decide las autoridades del gobierno, aunque este sistema también tenga otras influencias. El voto proletario marca los límites reivindicativos de la izquierda, y sus aspiraciones inmediatas, que apenas pueden sobrepasarlo, ya que, si lo intentan mucho, pierden apoyo social y no se las puede obtener.

Para concretar el socialismo es necesario que la mayoría de la sociedad adhiera a él, y componer bien sus partidos. Mientras tanto, se pueden lograr las reformas transitorias y mantenerlas en momentos de conservadurismo. Optar por el progresismo de centro, e incluso por el consevadurismo moderado si la clase obrera se derechizara más, es una necesidad para el sostén de la lucha y para favorecer a quienes se busca liberar con ella. En verdad, la emancipación de abajo depende en parte de la de arriba, y viceversa, por lo que también hace falta que la deposición de la clase predominante sea honrada.