Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 29 de agosto de 2020

Sobre la prohibición del incesto

  La prohibición del incesto está mal entendida, porque al incesto se lo estima como la cópula con un familiar muy cercano sin que la palabra remita a ese significado por sí misma. Tiene mal entablada la relación entre el significante y el significado. Por otro lado, se lo impide con el argumento de que puede generar hijos deformes, pero, si fuera por eso, bastaría con usar preservativos, o sea, que la inhibición se sostiene en un motivo falso. Mientras que exista la prohibición legal, no se lo debe realizar ni promover, y también porque seguro que saldría mal, dada la reticencia social al respecto. La buena concreción de la fornicación con familiares próximos, los entendidos como familiares por la ley actual, requeriría de su legalización suficiente. El deseo al que llamamos incestuoso es normal en la especie, que a cierto nivel psíquico no distingue a las convenciones vigentes, en particular a las del sistema familiar estrecho, que es el que prima en la ley internacional. Es un deseo como el que se tiene por cualquier otra gente, pero mucho más penado por la manera en que se lo concibe.