La propiedad es el bien que cada viviente toma para sí mismo, aunque no siempre esa toma es buena para quien la realiza. La piedad es un modo de ser humano en que a la propia conducta se la ordena según una ideología teísta, que a su vez define al bien en términos téicos y creedores, lo que hace a la existencia crítica, ya que sin entender bien al mundo no se puede vivir bien. La buena comprensión social de la realidad es necesaria para la buena existencia de nuestra especie.