Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 10 de febrero de 2020

El éter galáctico, ¿atraviesa la materia dura?

Una materia de la más dura que conocemos, la metálica, no es atravesada por el aire, porque las móléculas del aire son más grandes que los intersticios de sus partículas atómicas, no les caben, pero, el éter galáctico, ¿entrará en ellos? Ese éter es una materia mucho más liviana que el aire, por lo que puede que sus partículas sean más chicas, por lo que podrían atravesar los metales, así como quizás puedan hacerlo con el aire, el agua y las piedras. Una materia más ligera, más suave y liviana que el aire, que se cuela entre los elementos de los llamados átomos y que se mueve cuando éstos la empujan al transitar.

Este éter, siendo de la materia más liviana del universo que conocemos, quizás sea la que, en total, sume más peso, porque existe en una cantidad muchísimo mayor que la materia planetaria, que es mucho más sólida tanto como ocupa un espacio ínfimo. Lo mismo puede pasar con la luz, que traspasa por todo el universo, en sus tres, o cuatro, dimensiones, y que puede haber llegado más allá de éste. Una es materia liviana y muy expandida, y la otra muy pesada y concentrada. Ambas son necesarias para nuestra existencia, y se intercambian sus cuerpos, que es lo que pasa cuando se quema la leña: lo sólido se hace luz. A la inversa, cuando las partículas de la luz se topan con un cuerpo sólido, se le añaden en parte, en la parte que no es refractada, y así de eso hay mucho.

A los átomos habría que ponerles un nombre nuevo, ya que para nuestro entendimiento dejaron de ser indivisibles hace tiempo. Este nombre tendría que remitir a los neutrones, protones y electrones que los conforman.

Entonces, tenemos cuatro tipos de elementos: los protones y neutrones, de masa similar, de la más pesada que hayamos conocido; los electrones, de masa que se supone nula pero que no es inexistente, ya que tienen algo de peso por el hecho de ser cuerpos, y la materia del éter, de masa híper-liviana, más que la del aire y quizás menos densa que la de los electrones, ya que los fotones, a los que emanan las estrellas, lo atraviesan con muy poca resistencia, como a 300 mil kilómetros por segundo y a lo largo de millones de años luz. Los fotones podrían ser un quinto microelemento, formado por partes de los electrones, de los neutrones y de los protones, de partículas de tamaño inferior a las suyas, como los quarks, o más chicas, que serían atraídas por la gravedad de las cosas más densas a su alrededor, incluso las externas al universo que reconocemos, ya que, a la vez que salen de las corrientes eléctricas expuestas al aire en los filamentos de las lámparas, son más livianos que ellas, y al salir se expanden hacia los cuerpos más pesados, siendo refractados en parte y dirigiéndose éstos hacia otros cuerpos duros. La luz es más liviana que la electricidad, ya que la electricidad va hacia la tierra mientras que la luz se expande para todos lados mientras que no la interrumpa un cuerpo sólido, donde en parte pasa a residir y en parte rebota. Los cuerpos tangibles que reciben la luz se calientan y agrandan, pero luego, si el flujo de luz se termina, se enfrían y achican, o sea, que la permanencia de los fotones en ellos depende de que reciban el rayo de luz. Al cesar éste el calor de aquéllos se empieza a reducir.

De no ser éter podría tratarse de otra materia ínfima, o quizás el éter exterior a la atmósfera sea menos denso que el gas terráqueo que conocemos, pero tendría que ser mucho más simple porque el gas que conocemos como éter es una molécula compuesta, mucho más grande de lo que puede caber en los espacios entre las partículas neutrónicas de los metales. Los llamados átomos, compuestos de neutrones, protones y electrones, o las cosas de esta gama, que no le sean muy distintas, juntan corpúsculos menores -precisamente, los neutrones, protones y electrones, que a su vez se subdividen-, algunos de los cuales, los electrones, se mueven por fuera del núcleo, de neutrones y protones, por lo que están rodeados de una materia más liviana que ellos, que se corre cuando le pasan a través y rellenan el espacio que dejan tras de sí. Sirve para el agarre entre los "átomos" porque retiene a sus partes conexas, ya que su densidad es casi nula pero existe. Los electrones son redondeados y el éter, o esta materia, más liviana que el aire, rellenativa. Es transparente para nuestra vista y casi imperceptible, como si fuera nada. Es de lo más cercano a lo inexistente que conozcamos, pero es algo, y pesa. Es como un cuerpo líquido, que se amolda a lo sólido que contenga, pero mucho más sutil, más liviano que el aire, por lo que está puro por encima de la atmósfera, aunque no del todo puro, ya que se le cruza mucha materia, como la luz y los asteroides. Las ondas sonoras se le deben cruzar.