A la manipulación se le atribuye un sentido maligno, como de abuso, pero, en sí misma, la manipulación no es mala. Es mala si se la hace mal. El concepto puede venir tanto del pulido a mano como del manejo de poleas, o de ambos, sino también de terceras cuestiones. El tema entonces es el objetivo del manejo, cuál es su propósito, qué busca, y cómo.