Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 5 de abril de 2021

De la anarquía y el positivismo dominante

 El anarquismo se opone mucho al positivismo, el cual, en gran parte, es liberal, o sea, que es un positivismo que nos condujo a la crisis de ahora, y a veces lo recusa del todo, pero el positivismo, en sí mismo, es lo que se pone, es decir, que no es necesariamente monoteísta, y puede ser bueno. El positivismo al que estamos acostumbrados es francés y anglosajón, derivado de la reforma de la monarquía y de la revolución científica que concluyó en la industrial y la francesa, que inició al capitalismo de ahorro en dólares impresos en papel y retomó a la república. La revolución liberal recomplejizó la producción de fe monárquica en términos democráticos, pero no transformó lo suficiente al sistema social humano porque no contó con la verdad necesaria para hacerlo, dados sus prejuicios teológicos. Dentro suyo está el positivismo como vertiente filosófica, pero es un positivismo en particular, el de Auguste Comte y John Stuart Mill. No es el único posible, ni tampoco el negativismo es necesariamente malo.