La etimología no dice que "feudo" venga de "fe", pero igual hay que verlo, porque los feudos eran territorios comandados por los nobles, que a su vez respondían a los reyes, y puede que el modo de adquisición y préstamo de sus parcelas fuesen establecidos de acuerdo a contratos de fe monárquica. Los señores feudales fueron grandes terratenientes que cobraron con trabajos y bienes agrícolas, aunque puede que algo lo hayan hecho en monedas, pero, en todo caso, el arriendo no se pagó en billetes, que empezaron en China en el siglo VII pero se imprimieron en Europa recién en el XVII, antes de masificarse con la revolución industrial.