Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

martes, 13 de abril de 2021

Pesificar el ahorro argentino para terminar la inflación causada por el dolarizado

 Gran parte de la inflación de los precios argentinos se debe al ahorro en dólares, un modelo impuesto por la última dictadura y refrendado en la constitución menemista, que le da muchas garantías al capital trasnacional, que acumula en pesos, con los que compra dólares en la banca privada y pública, de forma legal e ilegal, y los envía a las sedes matrices y a las guaridas fiscales, porque su gran demanda, ante poca oferta -que la hay en este país porque sólo Estados Unidos los puede imprimir de curso legal y por el sometimiento de Argentina ante las grandes potencias, que le causa un déficit comercial más o menos constante, que apareja un endeudamiento en dólares permanente, que hace que el gobierno los necesite para pagar sus cuotas-, hace que su precio aumente, y como las economías externas a Estados Unidos transan en el mercado internacional con esta moneda el aumento del precio del dólar les impacta, ocasionando la suba de los precios por la demanda de los insumos externos, que están bastante dolarizados, lo que repercute en los demás rubros, inclusive el salario, por su interconexión. Entonces, hace falta pesificar el ahorro, para lo cual habría que disponerlo y perseguir la compraventa ilegal. El comercio de dólares se debería restringir a la actividad no ahorrativa, y el ahorro en dólares suprimirse, del todo o con excepciones vigiladas. La venta clandestina de dólares, sino es ilegal se la debiera declarar como tal y perseguírsela, porque, de ser legal, igual es poco decente, y le trae perjuicios graves a la sociedad porque aumenta mucho la pobreza.

 En los demás países, salvo Estados Unidos, esto ocurre parecido, según cómo ahorren, pero mucho se da en dólares, y para la fuga. Entonces, respecto a la fuga, el tema principal es la fuga legal, que requerirá medidas en particular, pero también hay que impedir la ilegal. Para ello hay que investigar los movimientos de grandes sumas bancarias puestas en depósitos estancos. El problema mayor son las transferencias a depósitos inactivos, los de atesoramiento individual, pero también hay que estudiar al ahorro pernicioso como un tratorno financiero, de consecuencias sociales y vinculado a manías psicológicas que se relacionan con las creencias de la época y con los padecimientos individuales de la violencia histórica. El ahorro calamitoso tiene que ser bien sancionado, por lo que se merece una crítica justa. De otra forma no se puede resolver bien el tema, y los crímenes financieros tienen mucha vinculación con otros graves y de distintos tipos, como los de la venta de servicios sexuales y el lavado, que son ejecutados en gran escala por la banca legal, es decir, que la banca internacional es muy corrupta y delictiva, por la calaña de los negocios a los que da cabida al aceptar sus depósitos, a los que luego se reinvierte y con los que se especula. Lo mismo hace con el narcotráfico, al que condena en público pero del que acepta los billetes.