Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 30 de abril de 2021

El llamado "neoliberalismo" es un liberalismo extremo

 El liberalismo oligárquico, que es fanático, es el llamado "neoliberalismo". El liberalismo moderado, el del intervencionismo progresista que mantiene al capitalismo plusvalorizante, la república mal representativa y el ecumenismo teológico en el que predomina el monoteísmo protestante, también es liberal, pero de un liberalismo moderado, que si bien es insuficiente para resolver bien la crisis humana es necesario para la fase de transición al socialismo, al menos donde el liberalismo extremo sea una fuerza con posibilidades de ganar la presidencia, o se sostenga en el mandato constitucional, o de facto. Uno, el conservador, es el liberalismo ortodoxo, y el otro, que es progresista, es el heterodoxo, que a su vez se subdivide entre teísta, sea capitalista o socialista, y ateo, al que pertenece parte de la socialdemocracia, a la que se le llama "socioliberal". El liberalismo heterodoxo teísta abarca tanto al cristianismo moderado, con sus ramificaciones católicas, ortodoxas y protestantes, como al islamismo y al hinduísmo de centro, con figuras como al-Ásad y Gandhi, y es más grande aún, con la participación de las corrientes políticas de las demás religiones ecuménicas de centro. El liberalismo ortodoxo va desde la derecha conservadora hasta la reaccionaria, mientras que el heterodoxo desde el centroderecha al centroizquierda, pero no todo el centroizquierda es liberal, ya que una parte suya es libertaria, esto es, crítica del ecumenismo teológico y el republicanismo verticalista.

 El capitalismo actual es pervalorante, es decir, que valora mal, lo que viene de lo mal que se reconoce la realidad, una cuestión que determina que alguna gente cobre menos plata de la que se merece y que otra lo haga de más, un tema definido por la tenencia o no de las grandes empresas. A los dueños se les plusvaloriza, y a los empleados se les minusvalora, esto también de acuerdo a la disciplina de cada quien, a la que se mide en términos que no son del todo verdaderos. Se trata a los obreros como a pobres diablos, suponiendo que los diablos existen, y a los dueños de las empresas grandes como a grandes divinos, como si fuesen angelicales, y en el medio quedan los y las modestas, en una zona como purgatoriera, de virtuosos flojos y pecadores rescatables. Se aprecia a la gente según su cumplimiento de los mandatos de fe, a veces fingidos, con sus consecuencias en los ingresos personales, aunque esto suceda de manera relativa, con excepciones y variantes. Como es un tema fetichizado, no está definido de veras.