Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

martes, 13 de abril de 2021

El contagio coronavírico de quienes tienen pocos síntomas

 Como la mayoría de los infectados de coronavirus espigado tienen pocos síntomas, hay un esparcimiento del virus por nuestro territorio que se concentra en distintos puntos según por dónde transiten los infectados pero que también se despliega lejos por el viento, de lo que, en general, hay una exposición ínfima intermitente y una mediana cada tanto, así como pocas grandes, la primera de las cuales que no suele causar infecciones pero que a veces las causa y que se potencia con los contagios de mayor carga viral, en que se contrae a los viruses de a muchos. Entonces, hace falta reducir la base de contagios, que son los casos asintomáticos, lo mismo que los de pocos síntomas, que se suman a la base y que llevan a los contagios fuertes, que son los que se testean porque presentan síntomas claros y una fiebre de a partir de 37,5°. Las absorciones de coronaviruses se suman. Hay de bajas, medianas y altas cargas virales. Si se dan de una forma que supera la capacidad del sistema inmunitario para contenerlos, quien se contagie primero se infecta, a partir se lo cual esparce viruses a su alrededor, y, si la infección avanza mucho, se enferma.

 Habría que ver si en verdad existen casos asintomáticos. Un síntoma es un decaimiento, y sería raro que una infección, por más leve que sea, no cause ninguno, porque al cursarla se tienen colonias virales adentro del cuerpo que se alimentan de nuestras células, para lo cual las destruyen, lo que debe generar un decaimiento, aunque sea leve, en todos los casos. Habría que ver si cuestiones como el cansancio leve, la angustia pasajera y las ideas sórdidas de poca duración no son síntomas de infecciones livianas.