Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

viernes, 13 de enero de 2017

Una reiteración más sobre la verdad universal

La verdad universal existe: es la que se compone de las ideas verdaderas de cada quien. Lo que sucede es que los animales pensantes no siempre sabemos cuándo nuestras ideas son verdaderas y cuándo falsas, por lo que nuestra conciencia mezcla ideas de distinta calidad, entre verdaderas y falsas, lo que torna a nuestra práctica en más o menos buena o mala, y según cada quien, porque la práctica que es buena para algunos es mala para otros. El asunto es el de que la humanidad sea verdadera para que ordenemos bien nuestra práctica, lo que no estaría exento de injusticias, ya que la justicia absoluta es imposible, pero la injusticia podría ser menor de lo que es. La verdad universal no es propiedad de nadie en particular, sino que se compone de las verdades de cada quien, pero la verdad de cada quien sí es propiedad de cada quien, y además la conciencia se compone socialmente, aparte de que la verdad individual no existe en estado puro, sino que se difunde en la conciencia mezclada con las falsedades.

La veración, o sea, la creación de ideas adecuadas a sus objetos, es histórica, es una invención humana a la que hacemos de facto mientras que vivimos y, a la vez que es subjetiva, porque es hecha por sujetos que pensamos según nuestras concepciones sobre la realidad, también es objetiva, porque se refiere a objetos de la realidad, sean éstos internos o externos a nuestra psiquis. Un problema es el de diferenciar lo que es verdad de lo que es mentira, ya que nuestras concepciones albergan a ideas de ambos tipos, y mezcladas, pero también está el de acertar la concepción de acuerdo al análisis de los hechos, ya que al estudiarlos descubrimos que algo de lo que pensábamos no era así como lo pensábamos, al igual que en otras ocasiones confirmamos lo que teníamos por cierto. Asimismo, está la cuestión de la asunción de la socialidad de la ciencia, entendida como saber, ya que la ciencia en sí misma es la práctica congnitiva para el entendimiento de la realidad, que no requiere necesariamente de las formalidades académicas.

El problema de la verdad contiene al de que la gente sea verdadera, lo que requiere de una transformación social, porque en el régimen jerarquizado vigente, y que disciplina a la sociedad coactivamente, las personas muchas veces no podemos decir la verdad, por las penalidades que sufriríamos en caso de hacerlo y por los impedimentos prácticos que lo dificultan, y otras no queremos decirla, porque estamos mal predispuestos para ello por la bronca causada por padecer la violencia, pero el tema es más amplio. La verdad no es un problema sólo para los científicos profesionales, sino que es de toda la humanidad, y hay verdades de distinta índole: particulares, generales, intermedias; cotidianas, políticas, económicas, artísticas; caducas, provisorias, definitivas, probables, inhalladas y así.