Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

sábado, 26 de octubre de 2019

Capitalismo y socialismo

Mientras que el capitalismo sea sostenido por la mayoría de la sociedad, que debe ser proletaria en entre dos tercios y tres cuartos de total, desde la clase más baja hasta la mitad de la media, con excepciones y agregados particulares, el socialismo debe tanto apoyar al capitalismo progresivo, que es el moderado, el de entre la centroizquierda y la centroderecha, así como reprobarle sus males y reclamar el traspaso a su sistema, para evitarse pelear mucho con los obreros de derecha, así como debiera abrirse bien al empresariado, con una crítica buena pero que también sea efectiva para regenerarlo de buen modo, parecido a lo que se necesita para la clase obrera, tratándose de dos transformaciones distintas. Respecto del teísmo el tema es semejante, pero con tolerancia crítica en vez que pertenencia, o con una pertenencia verdadera lo suficiente, la cual requeriría que se concluyera bien la indagación sobre la hipótesis del origen de la palabra "dios". Si ella proviniera de la de "día", a los dioses se los entendería como fabulaciones humanas que intentan explicar lo que pasa en el universo y que fundamentan algo mal a las leyes de gobierno, es decir, que ya no se los tomaría por verdaderos y se subsanarían las malas consecuencias gubernamentales que tiene la prédica sobre ellos, pero no se sabe bien si la palabra "dios" deriva de la de "día", así como no se sabe bien qué hay por fuera del universo que conocemos.

La clase empresaria va, en su núcleo, desde la clase media alta hasta la cima social, porque un sector suyo, que hasta es la mayoría, pero cuyo capital es menor que el del nódulo, va desde la clase baja hasta la media, con ingresos similares a los de los asalariados. La parte más capitalizada, el núcleo de la clase, que es la más dominante, frecuentemente llamada capitalista, se ubica en la mitad y la cúspide de la clase alta. Entre ambas está el empresariado mediano, que es más rico que el proletariado pero que tiene menos lugar en la dirigencia de la sociedad. Es más público y menos privado que la aristocracia, y también debe ser bien transformado.

Que la mayoría de la sociedad sea socialista es necesario pero no suficiente para imponer al socialismo, ya que lo que se requiere es una mayoría muy calificada, capaz de reformar las leyes supremas, superar los embates liberales y socializar los medios productivos, y eso mientras que dé buena respuesta a las demandas de la reproducción social. Además, la imposición debe ser buena para no falsearse, e incluso que lo sea no le garantiza del todo que vaya a tener buen éxito.

La clase más dominante lo es en el sentido de que sus pocos miembros le ordenan mucho la existencia a la demás gente, que es la gran mayoría, pero ésta, que es la más dominada, es muchísimo más grande, por lo que su influencia social es mayor. El poder total de la más dominada es mayor que el de la más dominante, pero el individual es a la inversa: cada miembro de la más dominante tiene mucho más poder que cada miembro de la más dominada. Entonces, el sistema se sostiene desde abajo, con un refuerzo de arriba que es más sofisticado.