Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 23 de diciembre de 2019

Ácidos nuleicos en el agua

Antes de la composición celular, los ácidos nucleicos flotaban en el agua, con sus campos magnéticos, a los que atravesaban partículas menores, así como había átomos y moléculas que se les entrecruzaban, quizás todas, o algunas sino, con sus periferias blandas. Con el calor del sol en los océanos y ríos, y dando sobre las nubes, la materia orgánica se calentó y movió, por mucho tiempo, evaporándosele el agua y cayendo tras enfriarse, hasta empezar a componerse en células, ya elementos mucho mayores a las proteínas, compuestas de muchas moléculas, con órganos diferenciados y en relación, a su vez formados por los átomos y sus partes y subpartes, que se mueven al incorporar la luz solar, una de las materias más livianas, pero no tanto como para atravesar los cuerpos duros, a los cuales algo accede y algo rebota. La luz del sol llegó a la Tierra y pegó en el agua, por lo que la calentó, iluminándola por dentro, así como secó a la tierra mojada, entrando en ella como calor y refractando luz, causando la lluvia en un ciclo de día y noche, casi absoluto pero relativo por la existencia de miles de estrellas, que también iluminan al planeta, aunque mucho menos cada cual de las que no son el sol. Esos impactos lumínicos movieron la materia inerte, entraron en ella y desplazaron a sus elementos, la atravesaron al fundirse en ella, de lo que, llegado un punto, con muchas moléculas complejas dando vuelta, entre las cuales las de los cataclismos geológicos, en una de esas se armaron en las células vegetales. Esto sucedió en el agua con minerales terrestres, pero en la superficie se combinó con la materia de la atmósfera. De las moléculas grandes se formaron órganos y cadenas nucleicas, muy perecientes y dispersos en el agua hasta congregarse en células mediante las pieles, esto en el marco del éter cósmico. Luego, las células empezaron a alimentarse, crecer, excretar, reproducirse y morir.