Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

lunes, 23 de diciembre de 2019

De que el empresariado padece la explotación laboral

Aunque tenga un lugar más seguro, el empresariado padece la explotación laboral, que es transclasial, lo que hace que el capitalismo actual sea difícil de sostener, cosa que al socialismo puede hacerle más fácil la tarea, a lo que, de lo torpe que es, es capaz de desaprovechar. Admitir la explotación del alto empresariado, el llamado "burgués", es necesario para evaluar al adversario de clase, cosa que, a su vez, es preciso hacer bien para ganar bien la lucha, lo que tendría que ser por las buenas, dados los asesinatos y otros daños humanos cometidos en provecho de la revolución socialista, que son un antecedente grave por la brutalidad social de esta época de barbarie, en que la relación entre las clases es de combate hasta aniquilatorio, con grandes guerras en Arabia, Persia, el Magreb y Sudán, y un belicismo absoluto en el conjunto, que lo atraviesa más o menos con tecnología computadorizada, un grado muy alto de sofisticación para las maniobras militares. La única forma de conciliar bien las clases es con su disolución progresiva hacia el socialismo honesto, pero hacerla bien es un requisito para su éxito, por lo que forzarla mal no lleva a buen destino.

La buena conciliación de las clases internacionales requiere, además de la socialización suficiente de los medios de producción, la resolución necesaria del problema teológico, al que toda la humanidad deberá discutir mientras que no lo tenga bien concluido. La teología es transinstitucional, por lo que sus debates atraviesan a todas las instituciones, y está legalizada entre las naciones, así como el ateísmo, que tiene una teología, es decir, una disquisición sobre lo divino, que es la de objetar su existencia tal como la dicen los relatos sagrados. La mala resolución de la cuestión teológica está trabando la capacidad crítica necesaria para la transformación social que demanda nuestro presente, por lo que es uno de los temas urgentes. Como influye en la economía, atañe hasta a lo prioritario, aunque en verdad todo, o casi todo, lo hace, y es exigida la buena composición de todo el conjunto, lo que requiere establecer bien las prioridades y sus órdenes siguientes.