Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Crítica breve del castigo

Castigar es cortar. Viene del corte, algo que desde que se inventaron las sierras se hizo royendo fibra. Desde que las iglesias canonizaran relatos universales, al castigo, como punición, otorgamiento de penas, se lo impone según la inteligencia sacerdotal que juzga la conducta, la cual fuera plasmada en la ley estatal. El castigo como corte humano con intención apenante rara vez implica romper nuestro tejido celular, veces raras que son muchas, y otras se realiza en formas análogas a las de este corte, sea como interrupción violenta de una conducta, con detención, arresto y demás formas de la hostilidad policial, cuya moral es la de la ley constituida, aún con excepciones y trastornos, y no es del todo mala. Algunas de las instituciones correlacionadas en las leyes constitucionales, impresas en libros tras las revoluciones burguesas, son las iglesias, los gobiernos, las empresas y las familias. El cuerpo legal las reconoce como entes de derecho y les ordena cierta conducta, según la interpretación de la realidad supuesta en la ley de cada país, que evoluciona mientras permanece inscrita, hasta que se la cambia, por lo que los asentimientos legales equivocados implican desgracias sociales denostables, demandando correcciones arduas de hacer. A su vez, la ley se funda en la ciencia universitaria, que en gran parte es clerical y en otra de ministerios, a veces de estados expresamente confesionales y otras de naciones muy predominantemente teístas. Prevalece la orden liberal de tolerar las diferencias religiosas, pero con guerras y muchas clases de enfrentamientos, en lo religioso más por disensos morales que por intereses económicos, que se le cruzan porque los proyectos políticos tienen objetivos para mantener la vida del propio grupo identitario, en desmedro de los ajenos, que pueden ser considerados infieles, o merecedores de la muerte, por su conducta, considerada o no como mala según el relato con que se entienda lo real, que tampoco es del todo equívoco, o ser ignorados, u olvidados, lo que pasa mucho por las exigencias del entorno más próximo, entre otras tantas causas. Las identidades grupales son ideológicas porque se basan en explicaciones de la realidad, que requieren grandes conjuntos de ideas, los de los relatos integrales, a los que se procesa de acuerdo a su historia, en particular a sus consecuencias, sin que se haya logrado la buena identificación del género porque no todo éste conoce bien la realidad. El holismo es necesario para la buena convivencia humana, pero debe ser bueno porque no lo es, a lo que se mide por el comportamiento colectivo. Las religiones son holistas, esto es, que buscan explicar toda la realidad para ordenar toda la práctica de sus adeptos, pero no reconocen bien sus límites, ninguna de ellas, incluso las ateas, y todas hacen falta porque las detentan seres humanos.