Entre otras cosas, es para criticarlo bien, porque tiene muchas faltas. Es una obra en proceso, o sea que las notas fueron retocadas, y reiteran varias veces los mismos temas. Para escribirme, hacerlo a juanchaves.baires@gmail.com.

martes, 12 de abril de 2016

Del estado y el nomadismo

La palabra “estado” es el sustantivo de estar, de residir en un lugar, supone el sedentarismo, pero, de hecho, es el conjunto de entidades que las poblaciones fijas crearon para dirimir su convivencia, aunque con opresión clasista de por medio y otras injusticias que afectan a las sociedades en general, no sólo a sus proletariados sino también a sus propietariados. Entonces, el carácter opresivo del estado también es histórico, no es que haya una esencia en el estado que lo haga ser así necesariamente. Lo único esencial al estado es estar, es fijar a una comunidad humana en un territorio. De allí que la desaparición del estado no sea un objetivo bueno para los revolucionarios, ya que lo que se requiere es su socialización y su administración común por parte de sociedades buenas, pero, ¿cómo podrían ser buenas si basan su práctica en ideas malas?

Los anarquistas quieren la desaparición del estado, pero en realidad, al hablar del estado, se refieren al gobierno del estado, que no es lo mismo que el estado en sí, y el gobierno no debiera desaparecer sino socializarse: esa es la idea del autogobierno social, que se corresponde con el autogestivismo. Suprimir los estados implicaría obligar a las naciones a migrar forzádamente, lo que sería autoritario y pernicioso, una imposición violenta del nomadismo.